¿Cuál es tu Mejor Quinteto de Rookies?

Los Quintetos de Rookies (que desde 1989 se ampliaron a dos, primero y segundo), son geniales por dos cosas: La diosa fortuna Por supuesto, el ...

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Por Enrique Bajo

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Los Quintetos de Rookies (que desde 1989 se ampliaron a dos, primero y segundo), son geniales por dos cosas:

  • Salen del voto de los entrenadores jefe de cada una de las 30 franquicias que tienen, como única restricción, el impedimento de votar a sus propios novatos. Nada de periodistas, como ocurre con los MVP (‘nunca mandes a la prensa a hacer el trabajo de un head coach’).

  • Aposicionalidad. A diferencia de los Mejores Quintetos, los Quintetos Defensivos o incluso los All-Star, aquí puede salirte una alineación de cinco bases, cinco escoltas o cinco pívots si hace falta (como casi ocurre en 2016, cuando Devin Booker fue la rareza en un bosque de interiores junto a Towns, Okafor, Jokic y Porzingis).

La diosa fortuna

Por supuesto, el ‘dónde caes’, esto es, el equipo que te selecciona y sus necesidades del momento, marcan por completo el devenir de este galardón.

No es sólo influye caer en un contender, donde los minutos están caros, o en un conjunto en reconstrucción, donde presuntamente los regalan. A menudo, de hecho, nos encontramos con la realidad opuesta: novatos que exudan madurez y logran disfrutar de 15-20 minutos por noche en plantillas que aspiran a todo (Christian Braun en los Nuggets 22/23). Y al revés, vestuarios sin rumbo donde vemos a elementos mediocres carne de mínimo, adelantando en la rotación a lottery picks que si algo necesitan es acumular tiempo (y cagadas) en cancha.

Porque es un hecho: el staff técnico que te recibe pesa más que el lugar donde aterrizas. La predisposición a integrar a los jóvenes en la rotación, permitirles aprender desde el fallo, alternar zanahoria y vara, así como la visión corto o largoplacista que un entrenador pueda tener, condiciona (y, demasiadas veces, determina) el trato, por encima del contrato, que un novato va a tener en sus filas en su año desvirgue, provocando efectos tectónicos en su futuro NBA.

Promoción 2023/24: flojita (por ahora)

Esta temporada, si la medimos en cuanto al papel de sus novatos, es mala. Quizás también porque baremarla ya, en base a los resultados, sería un error. Como cuando llamas h**p** al árbitro antes del pitido inicial. Es precipitado.

A priori no era la más prometedora ni la que más calidad albergaba, pero también se ha dado el caso de que apenas hemos podido disfrutar de varios picks de primera ronda que necesitan mucho más rodaje. Rodaje, automatismos y confianza para los que un sólo curso baloncestístico se queda exageradamente corto.

Si a ello sumamos que los que sí han jugado, han arrasado, el Mejor Quinteto de Novatos está casi servido.

En términos de minutaje, sólo 30 jugadores han promediado más de 15 minutos por partido, en contraste con los 45 de hace dos campañas. Y de estos 30, sólo 23 aspiran a disputar 41 partidos, el 50% del flujo total de fase regular.

Del grupo de veintitrés, hay varias ausencias importantes de entre los seleccionados en primera ronda:

  • Jarace Walker (8º): fue traspasado la noche del Draft de Whashington a Indiana, lo que en términos de experiencia salió a perder. En los Wizards se habría inflado a jugar, pero en unos Pacers decididos a competir, sus oportunidades se han visto reducidas a 31 partidos y 10,6 minutos de media.

    Afortunadamente lo han derivado de forma continua a la G League, donde ha promediado 21 puntos y un 37,8% en triples. Su fama de interior versátil (buen pasador, con mano de tres y potencial de DPOY) tendrá que esperar, mínimo, un año más para empezar a materializarse. Pero, con Turner, Smith, Toppin, Jackson y el fichaje de Siakam, la lucha por los minutos en el frontcourt no puede ser más brutal.
  • Taylor Hendricks (9º): tras una primera mitad de RS sin recibir bola, con unos Jazz compitiendo por encima de lo esperado, su desplome en la segunda vuelta le ha abierto la puerta de los minutos.

    Calificado por muchos como el top prospect power forward de la camada, Lauri Markkanen y John Collins han devorado su parte del pastel. No existen las prisas con él, ya que en Utah lo ven como una inversión a medio plazo. Su éxito en su destino actual, no obstante, dependerá y mucho de qué hagan este verano con Collins en Salt Lake City, su principal rival para ganar consistencia en la rotación. Pero a día de hoy, y a pesar de los destellos mostrados, está muy, muy verde.

  • Jett Howard (11º): oficialmente lo draftearon los Orlando Magic; oficiosamente, los Osceloa Magic. El elegante (en bote y release) hijo de Juwan Howard, ha pasado la temporada al completo en la G League, junto al MVP Mac McClung, promediando 18,5 puntos en 29 encuentros.

    Jamahl Mosley tenía claro que esta temporada no era de experimentar, sino de ganar, y prefirió tirar de rotaciones cortas hasta que fue recuperando sus hombres habituales (Fultz, Suggs, Isaac, Carter…). Aunque tal como está configurado su plantel y sus cifras desde el triple (28º en intentos, 22º en acierto), un guard del perfil de Howard (hecho para el off-ball y el catch and shoot) podría haber venido de perlas en amplios tramos de la temporada. Tocará esperar.
  • Kobe Bufkin (15º): cuando los Hawks contestaron con un rotundo ‘no’ a incluirlo en un paquete por Paskal Siakam con el curso aún por arrancar, uno pensaría que Bufkin, más que menos, entraría en los planes de Quin Snyder, quien le iría dando la alternativa progresivamente. Nada más lejos. Ni él ni el sophomore A.J. Griffin (buen regusto de rookie) han existido en la mediocre RS por la que se retuercen los Hawks.

    El all-in agonizante por la dupla Young-Murray (¿última bala en playoffs?) y el overbooking en los puestos de enlace (Bogdanovic, Johnson, Hunter, Mathews, Bey) le obliga a esperar su turno. Mientras, no ha rehuido los focos en sus 14 duelos de G League, tirándose hasta el protector bucal (23,6 puntos y 6 asistencias en 19,3 lanzamientos por encuentro), con un volumen excesivo de pérdidas (3,6).
  • Julian Strawther (29º): no es plato fácil estrenarse en la mejor liga del mundo como ‘el suplente del suplente de KCP’, con el deber autoimpuesto de proteger la corona del campeón. Pero Mike Malone, comprobado socialista rotacional, no ha tenido problemas en encontrar tiempo en cancha para su joven alero, convirtiéndose en su décimo hombre en importancia. Ni tan mal. Para el recuerdo, sus dos primeros choques como profesional de más de 20 puntos.

OTRAS MENCIONES:

  • Noah Clowney . Alero pick 20º, por Brooklyn Nets: relegado a la G League, firmando buenas actuaciones.
  • Dariq Whitehead. Alero, pick 22º, también por los Nets: de los mejores legados high school de los últimos veinte años, las lesiones le impidieron lucir en Duke y también por ahora en la NBA. Una buena temporada baja debería prepararle para su primer curso ‘real’ en la 24/25.
  • Olivier-Maxence Prosper. Alero, pick 24º, por los Dallas Mavericks: se esperaba acción inmediata por parte del senior de Marquette, pero Jason Kidd no le ha intuido acomodo y prefirió enviar a este notable defensor a la G League, donde ha exhibido gran parte del básquet que atesora.

Un Quinteto con cuatro fijos

Walker Kessler logró el año pasado lo que no se lograba desde 2015, cuando Nerlens Noel se coló en Mejor Quinteto de Rookies honrando así una figura, la del pívot (y, concretamente, la del pívot defensivo adherido a la zona), en horas bajas desde que el small ball, los aleros multifunción y los centers creadores y enchufadores de triples se hicieron con el control.

Conferencia Oeste: Holmgren & Wemby

Este año, Kessler lo hubiese tenido muy complicado entrar, sobre todo si lo ponemos hombro con hombro con los titanes de la pintura a quienes debería hacer frente. Ambos en el rebautizado Salvaje Oeste.

Chet Holmgren (Draft 2022, debut en 2023) y Victor Wembanyama daban el pistoletazo al mes de octubre con enormes, si no mesiánicas, expectativas, y no se me ocurre un mejor cumplido que decir que no han defraudado.

Dejando a un lado los números y en base a físicos muy similares, su capacidad de impacto en el juego y arsenal para generar un aura de influencia en torno a ellos, es superlativa y, además, halagüeñamente prometedora. Porque o somos muy infelices o esto es sólo el prólogo de dos All-NBA a tiempo completo.

El pívot de los Thunder empezó la temporada como un tiro, llevándose los dos primeros Rookies del Mes. Pero como buen galgo a la caza del conejo, el ‘juegodondequiero’ de los Spurs ha ido recortando terreno desde entonces y se ha llevado los tres siguientes, siendo el de abril, el último por conceder, el definitivo. Y todo indica que será para el francés, quien en sus primeros cuatro duelos del mes está zarandeando su anterior mejor versión (22,8 puntos, 13 rebotes, 7,3 asistencias y 6,5 tapones).

Conferencia Este: Miller & Triple J

Al otro lado del mapa, el guión se asemeja bastante. Los Miami Heat lo volvían a hacer, elevando su pick 18º a serio candidato a mejor novato de su conferencia, apropiándose del reconocimiento a Rookie del mes en noviembre y diciembre.

Pero entonces, Brandom Miller decidió que era el momento de hacer honor a su pick (3º), irrumpiendo en la mejor noticia del año de los Charlotte Hornets, y catapultándose desde entonces como el verdadero proyecto de jugador franquicia que su afición necesita, no sólo por su finura ofensiva (¡qué estético es!) sino por cómo ha asumido funciones de creador ante la baja de LaMelo y venta de Rozier, y por unas aptitudes y entrega defensiva que ya nos permite delinearlo como futuro two-way en tope de gama. Los broches de enero, febrero, marzo (y probablemente abril) han sido para él.

Y de sendas batallas, disputadas en duelos singulares de 1vs1, obtenemos, sin el menor género de dudas y en claro oligopolio, a cuatro de los cinco integrantes del Mejor Quinteto de Rookies de la temporada. Nos falta uno.

¿Cuál es tu Mejor Quinteto de Rookies?
Fuente: Real GM

¿Quién será el quinto?

La respuesta no se esconde en el orden de selección, pues el poso de Scoot Henderson (pick 2º) ha sido decepcionante, a pesar de que los Blazers han terminado por darle libertad de acción absoluta y el point guard esté remontando en esta recta final (poderoso arranque del mes de abril el suyo).

Los Gemelos Thompson (picks 4º y 5º) tampoco han resultado hasta la fecha un fenómeno comparable al de los hermanos Derrick. No sabemos si de haber compartido uniforme nos hubiesen regalado algo parecido al ‘alley-oop infernal’, pero lo que está claro que por separado, su año de debut no puede calificarse más que de anodino.

El laissez-faire ponzoñoso y a fondo perdido que ha sido Detroit a lo largo del curso, ha sido la única razón de que Ausar Thompson haya ido arañando votos en las clasificaciones del rookie de la semana, pero su potencial (que es real, así como el de su hermano), se circunscribe por ahora al plano teórico, despuntando ambos sólo como portentos atléticos a la caza de IQ.


Distinto es el feeling de otros tres jugadores de rol en contextos distintos y altamente competitivos. Son los casos de Dereck Lively II en Dallas Mavericks, Brandin Podziemski en Golden State y Cason Wallace en Oklahoma City.

Dereck Lively II (pick 12º)

Lo que ni Powell, McGee, Wood, Cauley-Stein, Marjanovic o incluso DeAndre Jordan lograron en el último lustro allí, puede presumir de haberlo hecho el ex de Duke al primer intento, con sensaciones y resultados muy superiores aún siendo novato y viéndose menoscabado por las lesiones. La consistencia, poderío, firmeza y certeza de Livey en el puesto de ‘5’ era algo por lo que Doncic en particular y todos los Mavs en general rezaban como requisito imprescindible para un salto de calidad y evitar estancarse en la mediocridad competitiva.

Lively es un center delgado pero rotundo, y lo bastante ágil y rápido para poder defender de fuera adentro, lo que hace que sus centímetros (216) se traduzcan con contundencia en ambos extremos del parquet, dando una alternativa al pick-and-roll para Irving y Doncic que conmina a las defensas a pagar el precio en cuanto se arriesgan al 2vs1.

Su candidatura al Mejor Quinteto era clara y manifiesta hasta que sus últimas molestias coincidieron con los fichajes invernales de P.J. Washington y Daniel Gafford, viendo ostensiblemente reducido su tiempo de juego y dejando un cierre de RS agridulce que puede dar al traste en sus aspiraciones, empujándolo al segundo quinteto.

Brandin Podziemski (pick 19º)

Recurro al acertado resumen que nos da de él Dan Favale en Bleacher Report:

«Deja huella en prácticamente todos los aspectos del juego. Algunos podrían llamarlo trabajo sucio. Pero es más bien un beneficio marginal. Luchará y rebotará entre los big men. Cortará entre las defensas con precisión y decisión en el momento exacto. Marcará al base estrella rival cuando sea necesario y lo hará esforzarse para recibir el balón. Se pondrá en tu camino para sacar faltas ofensivas. Mantendrá el ataque en movimiento, como canalizador y pasador.

Cuando lo miras, no tienes la sensación de que el joven de 21 años tenga una habilidad dominante singular. No es particularmente grande, ni de amplia envergadura, ni es explosivo. No es alguien a quien buscas de reojo cuando las cosas no marchan. Pero hay una inmensidad en la forma en que juega Podz».

Dicho esto, y con la evidencia como guinda, el escolta tiene a su alcance sumarse al selecto club de Ben Simmons y Luka Doncic, como el tercer novato capaz de promediar 15 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 1,5 robos por 100 posesiones en su curso de debut.

Cason Wallace (10º)

Aún es pronto para llamarlo ‘tradición’, sustantivo ganado a pulso por los Heat de Spolestra en cuanto convertir la arena en plata. Pero los Thunder se están bienacostumbrando a una rutina que antiguamente pertenecía a los Spurs: draftear de miedo.

Aunque en este caso fuese de forma indirecta.

Para Sam Presti, o eso dice él, el plan estaba claro desde varios días antes. Tan pronto comprobó que los Mavs tenían intereses sinérgicos, se engendró la alianza. Los Thunder ‘se comían’ el contrato de Bertans y drafteaban a Lively II para cambiarlo por el pick 10º de Dallas, Cason Wallace.

La fe de Presti en la habilidad de Mark Daigneault era ciega, y aun consciente de un backcourt completo y opulento, sabía que el espíritu de Wallace debía hallar encaje sí o sí en su rotación.

Y así está siendo. Partiendo desde la suplencia, abonado a la segunda unidad y con una jerarquía ofensiva en busca y captura, el ex de los Wildcats amortiza cada segundo en cancha y enriquece la rotación, anotando cuándo debe (42% en triples en 2,8 intentos, 49,3% en tiros de campo) y rebosando intangibles tácticos en todo lo demás, partiendo de que sí está en cancha, él y no otro (a menudo por encima de Dortz) es quien se encarga de emparejarse con la estrella rival, sea base, alero o escolta.

¿Tan bueno es? Sí. Y más que lo será. Dispone de las herramientas y le sobra actitud.

Su tibio impacto mediático y profano juega en su contra. La narrativa más erudita y como complemento en el equipo que aspira al mejor récord del Oeste, es su punto a favor.

Así pues:

  • Víctor Wembanyama
  • Chet Holmgren
  • Brandon Miller
  • Jaime Jáquez Jr.
  • ¿?¿?

Segundo Quinteto

Al grano.

Habida cuenta que Anthony Black no ha aprovechado sus mil y una oportunidades fruto de las bajas de los demás playmakers de Orlando, de los highlights y esplendor irregular de los Thompson, el frescor a fogonazos de Cam Whitemore en Houston, y los tímidos brotes verdes de Keyonte George dirigiendo a los Jazz, debería salir (a opinión de un servidor), junto a los ‘dos derrotados’ de más arriba, el segundo quinteto.

Mención de honor por un primer año también decente (no da para notable): Bilal Coulibaly (Wizards), GG Jackson (Grizzlies), Duop Reath (Blazers), Toumani Camara (Blazers), Gradey Dick (Raptors), Jordan Hawkins (NOLA), Trayce Jackson-Davis (GSW), Marcus Sasser (Pistons), Vasilije Micic (post-traspaso a Hornets).

(Fotografía de portada de Jared C. Tilton/Getty Images)

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