Una imagen que pasará a la aciaga posteridad del mundo de las lesiones, independientemente de cual sea el desenlace de esta noche y quien salga vencedor.
Tyrese Haliburton jugó con fuego en el Game 6, infiltrándose a niveles que es preferible no conocer para no perderse un partido decisivo y del que salió victorioso con una gran actuación individual en la que su maltrecha pantorrilla aparentó salir ilesa.
Tan ilesa como parecía arrancar este Game 7. Enchufado no, enchufadísimo había saltado al Paycom Center el playmaker de Indiana Pacers: 3 de 4 en triples para 9 puntos en los seis primeros minutos de juego. La confianza desbordándole en el día más importante de su carrera.
Pero a los siete minutos su pierna ha hecho crack y el mundo ha dejado de girar. Porque no era el gemelo. El padre del propio Haliburton ha confirmado lo que todos sospecharon en pista: era el Aquiles.
Las imágenes son de impotencia y desolación.
Tyrese Haliburton went down with an injury in Game 7. pic.twitter.com/AZ1uk65dFg
— ESPN (@espn) June 23, 2025
Los Pacers llegan (muy) vivos al descanso
¿Cómo han reaccionado los Pacers? Como lo que son: un equipo que está por encima de cualquier nombre, incluso de su hombre-faro en la generación.
A pesar de una defensa de Oklahoma absolutamente asfixiante, con Caruso, Dort y SGA apretando cada línea de pase y sorteando bloqueos, los Pacers han sido capaces de irse un punto arriba al descanso (48-47), en especial gracias al mejor desempeño táctico y de rotación de un Rick Carlisle que está sabiendo aprovechar el exceso de small ball por el que ha estado apostando en la primera parte Mark Daigneault.
(Fotografía de portada Kyle Terada-Imagn Images)