Lo mejor de las predicciones categóricas es que a menudo tienden a romperse; y en el mundo del deporte esta regla se cumple con bastante asiduidad.
En la temible Conferencia Oeste, plagada de grandes equipos, hay algunos a los que no se les ha dispensado la más mínima oportunidad esta temporada. Y a los Denver Nuggets en particular, la mayoría los han colocado en lo más profundo de la clasificación final. Sea éste su destino o no, lo que dejaron claro desde el partido inaugural es que no han venido a esta liga para pasearse.
Los Houston Rockets, todos unos aspirantes al título y finalistas de Conferencia el año pasado, se vieron arrollados 105-85, por unos Nuggets que empiezan a dejar muy claro cual es su hombre referente. Danilo Gallinari anotó 23 puntos con 3/5 en triples, además de capturar 8 rebotes y dar 3 asistencias. Estuvo bien acompañado en la anotación por Kenneth Faried —el cuál se impone grandes metas este año— con 18 tantos, y por su flamante «fichaje» del draft, Emmanuel Mudiay, que anotó 17 puntos pero lo ensució con 11 pérdidas, algo que nadie había hecho en su debut como profesional.
Sin Howard ni Motiejunas
A pesar de que James Harden es el líder indiscutible de los Rockets, es igual de sabido que necesita de complementos para que los vapores fluyan; y anoche faltaron dos hombres importantes. Kevin McHale no pudo contar ni con Dwight Howard ni Donatas Motiejunas, por lo que Harden, 22 puntos, 6 asistencias y una pésima noche en el tiro —2/12 en triples y 6/21 en tiros de campo— se vio demasiado solo ante la labor grupal de los Nuggets.
Su segundo en la ofensiva fue Terrence Jones con 15 tantos, mientras que su apuesta del verano, Ty Lawson apenas cumplió con 12 puntos (3/12) y 6 asistencias ante su ex equipo.
