D’Angelo Russell: motor y ‘clutch’ en Minnesota

Hace apenas dos semanas, los Minnesota Timberwolves amenazaban con adentrarse en tierra de nadie por enésima vez. Habían encadenado una serie de ocho derrotas en nueve partidos que los hundía en la zona baja de la Conferencia Oeste con un récord de 4-9. El fantasma de los Timbertrolls, las mofas en las redes sociales y la absoluta indiferencia competitiva emergía de nuevo en el horizonte de la organización.

Sin embargo, algo hizo clic. Siete victorias en los siguientes ocho encuentros han situado a los Timberwolves en la séptima posición del Oeste por delante de equipos como Lakers, Nuggets y Blazers, e igualados en registro (11-10) con Grizzlies y Clippers, quinto y sexto clasificados, respectivamente.

La mano firme de Finch, su alto grado de implicación con los jugadores y su comportamiento ecuánime han impulsado un cambio interno que ha devuelto las primeras muestras de esa identidad e imagen colectiva que tanto habían echado en falta en los últimos años.

Tras ese primer triunfo ante Sacramento Kings el pasado 17 de noviembre, los Timberwolves se han mostrado efectivos en ambos lados de la cancha: octavo mejor ataque (114,4 puntos) y tercera mejor defensa (103,1), cuando, hasta entonces, ocupaban la 26ª (102,0) y 13ª posición (106,3), respectivamente.

La clave ha residido en lo colectivo y en el hallazgo de una rotación que maximiza el potencial del equipo. El quinteto compuesto por Karl-Anthony Towns, Jarred Vanderbilt, Anthony Edwards, D’Angelo Russell y Patrick Beverley presenta el mejor Net Rating (+48,3) de toda la NBA –con un mínimo de 50 minutos disputados– a una distancia sideral del próximo (+34,8). Así, la preocupación fue mayúscula tras conocerse la lesión de Beverley, aunque Minny ha sido capaz de sumar otros dos triunfos tras el tropiezo ante los Hornets.

Si bien Karl-Anthony Towns es considerado el jugador franquicia de los Timberwolves y Anthony Edwards el principal valor de futuro de la misma, ha recaído sobre la figura de D’Angelo Russell el papel de marcar la verdadera diferencia individual.

El guard completó uno de sus mejores partidos como profesional el pasado sábado para tumbar a los Philadelphia 76ers tras dos prórrogas. 27 de sus 35 puntos se materializaron entre el último cuarto y los dos tiempos extra. Anotó cinco de sus ocho intentos en el clutch y firmaría el robo que llevó al game-winner de Taurean Prince.

Dos días después emergería como el lobo más productivo de la manada en el ajustado triunfo ante los Pacers, con 21 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias, además de un +10 en pista. Una vez más, Russell tomaría las riendas en los instantes finales tras la expulsión por acumulación de faltas de Towns.

Los Timberwolves se han apoyado sobre Russell en estos momentos calientes, una faceta en la que siempre ha destacado a pesar de no recibir habitualmente toda la atención que merece. Durante el presente curso, solo tres jugadores han lanzado más tiros en el clutch –últimos cinco minutos de los encuentros con diferencias en el marcador iguales o inferiores a los cinco puntos– pero ninguno ha anotado más puntos que él. Sus 43 tantos en el clutch superan los 42 de Anthony Davis y los 40 de Russell Westbrook y Zach LaVine.

Este dato, no obstante, alcanza una dimensión temporal mucho más amplia. En un reciente artículo para NBA.com, el periodista John Schumann compartió el siguiente dato: Russell es uno de los 19 jugadores que han intentado al menos 200 tiros en el clutch en las últimas cuatro temporadas, registrando el mejor porcentaje de acierto efectivo (EFG%) de todos ellos (54,3%).

A pesar de haber sido un foco constante de críticas –amplificadas y arrastradas desde su estancia en Los Angeles–, Russell se ha ratificado como un especialista en el cierre de los partidos y está impulsando cualitativamente el nivel de estos Timberwolves. Incluso en defensa, uno de sus principales puntos débiles, ha mostrado una notable mejoría en aspectos como el superar el bloque directo, la comunicación defensiva o  la atención a las líneas de pase.

De hecho, la diferencia entre tener o no al de Louisville en pista es de 22,1 puntos por cada cien posesiones para los intereses de los Timberwolves. Un dato que se encuentra en el percentil 98 entre todos los point-guard de la liga. Además, supera por mucho a la recopilada por Anthony Edwards (+16,7), Patrick Beverley (+9,6) y Karl-Anthony Towns (+7,4). Es decir, en este primer mes y medio de temporada, ningún otro jugador de la plantilla ha causado un impacto tan grande sobre la cancha.

Curiosamente, Russell había sido señalado como potencial moneda de cambio por Ben Simmons cuando la situación con el australiano explotó y los 76ers empezaron a recibir ofertas por él. Entonces, la gerencia de los Timberwolves fue tajante y negó rotundamente estar interesado en deshacerse de él. Ahora, el base ha respondido con creces a esta confianza.

Así, los Timberwolves buscan dar carpetazo a su historial reciente y emerger como un equipo respetado de la Conferencia Oeste. Así lo hizo saber el propio Russell tras el triunfo ante Phladelphia: «Los 76ers tenían muchachos que descansaron y pensaron que iba a ser un dulce regreso al jugar contra nosotros. Y no fue dulce.»

En las próximas semanas, los Timberwolves tendrán la oportunidad de ratificar este cambio de tendencia y devolver un golpe de autoridad ante rivales tan exigentes como Utah Jazz, Los Angeles Lakers, Brooklyn Nets, Atlanta Hawks o Boston Celtics. De momento, presentan un registro de cinco victorias y seis derrotas ante equipos que superan el 50% en victorias. Una marca que demuestra que, hasta el momento, Minnesota ha sido una plaza competitiva para cualquier contrincante de la competición. Y si Russell mantiene su nivel —y afina un poco más su puntería—, los Timberwolves seguirán batallando durante el resto del curso.

(Fotografía de portada de Harrison Barden/Getty Images)


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