Kyle Kuzma fue el único jugador del joven núcleo de los Lakers que no fue involucrado en el traspaso realizado este verano con los Pelicans por Anthony Davis. En gran parte, porque necesitaban una tercera espada que ayudara al dúo estelar en términos de anotación. Rápidamente, el de Flint entabló una estrecha relación con LeBron que se extendió a la cancha, promediando 17,3 puntos y 5,9 rebotes durante sus primeras dos temporadas. Una base lo suficientemente sólida como para poder construir un equipo ganador a su alrededor y seguir creciendo. Sin embargo, esta temporada su producción ha disminuido notablemente y la reciente polémica a raíz de unas declaraciones suyas y de su entrenador criticando a LeBron puede suponer un cambio de tercio. Una situación que ha ido más allá, hasta el punto de que los Lakers podrían haber comenzado a escuchar ofertas por Kuzma. ¿Deberían los angelinos deshacerse del joven jugador?
Un cambio necesario
La temporada de Kuzma no comenzó nada bien fruto de la lesión sufrida durante su participación con el USA Basketball en verano. Cuando regresó, los Lakers eran un equipo completamente diferente. Su titularidad dio paso a funciones como sexto hombre, donde no ha conseguido mantener su nivel. El ala-pívot ha sido muy irregular y consistencia, cayendo sus números hasta los 12,1 puntos por partido con un gris acierto del 38,1% en tiros de campo desde diciembre. Grandes actuaciones como la de 24 puntos ante Blazers han sido inmediatamente sepultadas bajo otras sin lograr ni un solo punto, como ocurrió el pasado 29 de diciembre ante Dallas.
Los Lakers han reunido en un mismo equipo a LeBron y Davis con el claro objetivo de conquistar el campeonato. Y su inconsistencia ha convertido a Kuzma más en un obstáculo que en una virtud a medida que ha avanzado la temporada. Teniendo en cuenta los graves problemas que presentan en Los Ángeles en torno a la organización del juego y el lanzamiento exterior, quizá sea el momento idóneo de mover a Kuzma con el fin de matar dos pájaros de un tiro. Tiene buen cartel en la NBA y es de lo poco valioso que pueden ofrecer los Lakers hoy en día. Derrocar a sus vecinos de Los Ángeles precisará de más talento y dinamita en el roster. Y todo lo que no sea lograr el campeonato supone un fracaso.
Hay que tener paciencia
Sin embargo, hay que actuar con cabeza. Con paciencia. Una virtud de la que pueden presumir en franquicias como Utah, Indiana, Golden State, Mavericks y San Antonio y no tanto en otras ciudades como Nueva York. Tan solo hay que vislumbrar los resultados que han tenido unos y otros. Los Lakers casi han apostado todo a una carta y, pese a los buenos resultados en términos generales, esta puede regalar una apuesta insuficientemente alta para ganar el título.
Nada queda del joven núcleo de talentos seleccionados en el último lustro. D’Angelo Russell, Julius Randle, Brandon Ingram, Lonzo Ball, Ivica Zubac,… Todos ellos, grandes promesas en el momento que fueron seleccionados, están ahora fuera del equipo. Y demostrando tener mimbres de sobra para triunfar en la NBA. Traspasar a Kuzma es ratificar dos cosas. Primero, el horrendo trabajo realizado en los despachos en los últimos años y restar potencial al actual proyecto. Y dos, dar un portazo al futuro a medio y largo plazo (LeBron, por desgracia, no es eterno y Anthony Davis no puede solo) y empujar a la franquicia a un nuevo abismo por el desierto. El Oeste se ha vuelto más salvaje que nunca. Equipos como Clippers, Rockets y Nuggets, con proyectos más sólidos y prolongables en el tiempo, pueden cruzarse en el camino. No ganar el campeonato y prescindir, además, del poco futuro presente en la plantilla supone un suicidio deportivo e institucional.
Queremos saber tu opinión
Es hora de echarle una mano a Rob Pelinka y compañía. ¿Qué deberían hacer en Los Ángeles?, ¿reforzar las carencias del equipo mediante el traspaso de Kyle Kuzma?, ¿o apostar a muerte por el actual proyecto y, además, mantener una pieza importante de cara al futuro?
Estamos encantados de poder conocer tu postura al respecto. Déjanos tu opinión en la caja de comentarios. ¡Te leemos!
(Fotografía de portada de Katharine Lotze/Getty Images)