Dentro de las Finales: ‘Blocked by James!’

Primer capítulo del serial de nbamaniacs sobre los momentos más icónicos de las finales NBA. 'Blocked by James!', la jugada culmen de LeBron.

Foto del autor

Por David Sánchez

Publicado el

En los últimos años las finales NBA han estado marcadas por la espera. Ya sea antes de que comiencen o entre partido y partido, donde los días de descanso aumentan a tres. Por eso, en nbamaniacs hemos querido hacer un recorrido por los momentos más icónicos de las finales NBA y acercarnos al testimonio de aquellos que lo presenciaron en directo. Esto es Dentro de las Finales.


¿Habéis pensado alguna vez en la cantidad de casualidades que preceden al tapón de LeBron James en el Game 7 de las finales de 2016 para convertirlo en una de las jugadas más icónicas de la historia del deporte? Es decir, las probabilidades de que cualquier jugada suceda son remotas, como cualquier evento por anodino que parezca. Pero en casos como el de James y su tapón, la casuística lleva al misticismo. 

Pensadlo. Por volumen, la carrera de LeBron es la que más número de acciones, destacables y no, ha dejado para el recuerdo. Resulta fascinante pues que la más importante de todas ellas fuese realizar su jugada insignia en un escenario único. 

A falta de 2 minutos de un séptimo partido que iba igualado a 89. Después de empatar un 3-1 de desventaja en las finales. Ante el mejor equipo de la historia de la liga regular, que ya había vencido a los Cavaliers un año atrás. Un curso en el que Golden State pareció salir de la nada cuando James se las prometía muy felices con su regreso a Cleveland cuatro años después para darle al deporte profesional de la ciudad su primer campeonato en más de 50 años. Una ciudad situada a 60 kilómetros de Akron, en cuyos suburbios creció James para convertirse en el prospect más anticipado de la historia del deporte estadounidense. 

James solo repitió una secuencia que ha calcado cientos de veces durante su carrera. El escenario la proyecta a ser, probablemente, la jugada más relevante de lo que va de siglo en la NBA y mirar cara a cara al The Last Shot de Michael Jordan como jugada de todos los tiempos. 

La voz detrás del Blocked by James

“Tiene que ser el tapón de LeBron James en las finales de 2016”, dice Mike Breen siempre que le preguntan por la narración más icónica de su carrera. La voz de las finales y de los New York Knicks durante la mayor parte de este siglo lo explica con la sencillez que le caracteriza fuera de las narraciones. “Fue la jugada más excelente en el momento perfecto. Si no la hace, probablemente no hubiesen ganado el partido. Remontaron un 3-1 y ganaron un campeonato”. Su “Blocked by James!” no solo es el título de este texto, sino memorabilia indeleble de la liga. 

Richard Jefferson, compañero de LeBron en aquellos Cavs y actual compañero de retransmisiones de Breen, es algo más rotundo. “Había jugado todos los minutos, era el último partido posible, el último minuto posible y tiene el atletismo de esprintar atrás. Este tipo lideraba la serie en puntos, asistencias, rebotes, tapones, robos.. ¡Todas las categorías! Y en el último minuto, cuando debería estar exhausto…”, contaba el exjugador en The Old Man and the Three con J.J. Redick.

“El tapón es la mejor jugada de siempre. Y hay otras jugadas que ganan ese partido. El tiro de Kyrie, la defensa de Kevin Love. Pero cuando pienso en jugadas de cualquier ser humano que alguna vez se han hecho, y en el momento en que se han hecho… No puedo pensar en una jugada defensiva más importante”, zanja Jefferson.

Una jugada, dos orillas

La acción tiene dos protagonistas obvios: LeBron y Andre Iguodala, quien estaba al otro lado de la historia. A esas alturas de carrera, pocos jugadores conocían mejor a James que a Iggy, que pasó la primera mitad de su carrera librando batallas con El Rey en la conferencia Este como uno de los mejores defensores que arrojar frente a ese amasijo de músculos y atletismo incontenibles. Un año antes, defender a James le había valido el reconocimiento a uno de los MVPs de las finales más polémicos que se recuerdan. 

“¡BOOM!”, es lo que primeramente acude a la mente de Iguodala cuando recuerda aquella jugada. 

“Fue como escuchar un disparo. Yo dejé la bandeja, me tiré al suelo, escuché el ‘boom’ y hubo como una vibración en la cancha. No supe que me había taponado y me di la vuelta y los vi correr al contraataque”, ha explicado alguna vez. Al igual que la memoria muscular actuó en James, Iggy hizo lo propio al ver a Stephen Curry acompañarle al contraataque. “Cogí el rebote y eché el balón al suelo para la contra. Quizás debería haber finalizado yo, pero vi a Steph y se la di para un dos contra uno que hacíamos en todos los entrenamientos”. 

Más de una vez, LeBron ha sorprendido en declaraciones en las que demuestra su increíble memoria para todo lo que acontece en pista durante sus partidos. El momento más importante de su carrera no es excepción. “Llevábamos tres o cuatro minutos sin anotar, agotados ambos equipos y sentía que Kyrie [Irving] era el más capacitado para generar canasta”, contaba James hace cosa de un año en Mind the Game

Una jugada que sucedió por intuición, nació con intuición. Aunque en sentidos contrarios. “Penetró, soltó una especie de bomba y falló. Si hubiese seguido las indicaciones que siempre te dan los entrenadores, debería haber hecho el balance en la acción de tiro, pero pensé que podía ser un rebote largo o un balón suelto. El tiro nos pilla con cuatro jugadores por debajo del tiro libre y cuando miré hacia atrás, solo veo a Swish [J.R. Smith] en cabecera”. 

El factor J.R. Smith

J.R. Smith, personalidad díscola donde las haya, pasará a la historia de las finales por su error en el Game 1 de las de 2018. Aquel rebote ofensivo tras tiro libre que decidió conservar y no lanzar con el marcador empatado a falta de pocos segundos para finalizar el partido. Dejando un meme para la posteridad. Sin embargo, LeBron no duda en otorgarle méritos por el Tapón, “ejecutó su papel a la perfección”. 

El propio Smith, ejemplo perfecto de que la historia la escriben los vencedores, ha pedido alguna vez su parte. “Andre Iguodala. Se eleva. [Le retraso un] segundo extra. Tapón. Victoria. Campeonato. ¿No me reconoces por eso?”, se pregunta el escolta.

Cualquier signature move emana de un don primigenio y se desarrolla con años de práctica y repeticiones. Y en el caso de los chase down blocks de James, se trata de un ensayo colectivo. 

“Salgo disparado hacia nuestra canasta y tengo que rodear a un jugador que no sé si era de Golden State o de los nuestros [era Klay Thompson]. En ese momento pienso ‘Swish por favor no hagas falta’. Durante mi carrera y todo ese año, le he dicho a todos mis compañeros que cada vez que me vean calculando la jugada en esas situaciones, lo único que necesito es un pequeño reajuste del atacante y te prometo que lo voy a alcanzar. No hagas una puta falta”, recuerda LeBron todavía tenso cuando la secuencia se le pasa por la cabeza. Ni siquiera es necesario alzar la voz, solo pide confianza. “Tiene un código en el que, cuando eres su compañero en esas situaciones, solo tienes que interponerse en el camino del atacante al aro para hacerle cambiar su tiro”, cuenta Iguodala. 

“Cuando tuve el balón, él (J.R.) hizo mi típico barrido, así que si hubiese ido a por el mate, me hubiese barrido el balón. Así que rectifiqué esquivándole y cuando lo superé pensé ‘solo sube el balón, déjalo a tablero y trata de no hacer nada estúpido’”, continúa Iggy. 

Al borde del goal tending

El deporte de élite, y el baloncesto no es una excepción, es un ámbito donde los resultados se deciden mayormente por detalles. Pero quizás nunca antes una décima de segundo había pesado más en el desenlace de la historia del deporte de la canasta. “Una décima de segundo y hubiese sido tapón ilegal”, se esfuerza en apuntar Jefferson. Seguramente no fuesen pocos aficionados de los Warriors y detractores de James en general los que exclamaron pidiendo la sanción en aquel momento. “Cuando me levanté, pedí que pitasen tapón ilegal porque no sabía cómo había podido llegar”, dice el propio Iguodala. 

“Salté con los dos brazos para tapar la opción del aro pasado y el lado fuerte”, apunta LeBron. En ese momento pensaba ‘como estos jodidos árbitros piten tapón ilegal, me van a expulsar del partido más importante de mi vida’. Porque quedaban justo más de dos minutos y en aquel entonces no se podía revisar antes de los dos últimos minutos de juego. Sabía que había sido limpio”.

“Se acabó la maldición”

El tiempo y situar el momento en la cima de la carrera de James ha dejado la imagen del tapón como la más representativa de aquel campeonato. Pero en el momento de coronar campeón, lo que primero trascendió fue la leyenda del hijo pródigo rompiendo una sequía de 52 años sin títulos para el deporte profesional de Cleveland. Terry Pluto, el reportero más longevo de los Cavaliers, ni siquiera mencionó el tapón en la portada del The Plain Dealer del 20 de junio. 

Dentro de las Finales: 'Blocked by James!'

Cleveland.com, titulaba con la rotura de la maldición y no mencionó el tapón hasta el octavo párrafo de su crónica. “James apareció con un increíble tapón en transición a una bandeja de Andre Iguodala para mantener el empate a 89 y permitir el triunfo”, escribía el hoy insider Chris Haynes. 

La gesta era demasiado grande para destacar un solo momento por encima. Ni siquiera uno de los más icónicos en la historia de la NBA.

(Fotografía de portada de Thearon W. Henderson/Getty Images)

TE PUEDE INTERESAR