Es Kyrie Irving; obviamente no iba a romper con Nike y ya. Algunas perlas iban a haber. Ya tenemos, de momento, la primera.
En primer lugar, romper con tu patrocinador no lleva implícita la prohibición de seguir vistiendo su marca. En este caso, calzando sus Nike Kyrie 3 ‘Raygun’. Por razones obvias de comodidad y rendimiento, seguir usando una zapatilla a la que tu pie ya está amoldada es argumento suficiente para no cambiar de modelo de un día para otro.
Pero es Kyrie. Amamantar y llorar suelen ir de la mano. En esta ocasión, el tuit a doble cara tenía un total de 32 caracteres y venía impreso en un par de trozos de cinta negra de esparadrapo, convirtiendo el RED/BLACK/ORANGE de las Raygun en un calzado de eslora monocolor.
¿El mensaje?
- A un lado: «I am free Thank you God … I am»
- Al otro: «Logo here»
¿Se conformó con esto? No, los partidos en la NBA son largos y cabe más de una pataleta dentro.
Al descanso hizo intercambio de zapatillas, y es que había un rotulador que amortizar. Salió de vestuarios con otro par azul, con los logos tachados y coloreados en negro y un par de lazos dibujados en señal de luto (hay rumores de que desde Just Stop Oil ya han contactado con él como plan designer para ponerlo al frente de su próxima protesta).
‘Alivio crematístico’
Desde que le invitaran, y éste accediese, a subir a su barco en 2011, cuando Rookie del Año en la NBA, Irving se ha embolsado en torno a 10 millones por año, o lo que es lo mismo, un total aproximado de 125 millones de dólares por ser una de las principales caras de la marca estadounidense en la sección de calzado deportivo. Roto el acuerdo casi doce años después, el jugador de los Nets lo celebra como una ‘liberación’.
Cabe imaginar que la soga de las multinacionales, aún tras haberse aflojado un poco con este divorcio, todavía debe apretarle bastante el cuello y no tardará en dar carpetazo a algunos de sus otros patrocinadores, entre los que se encuentran Pepsi, Footlocker, Panini, Skullcandy o 2K Sports como PYMES más representativas.
El podium de NIKE
Bromas a un lado, nos preguntamos ahora si Irving –cuyas distintos lanzamientos de zapatillas (varios de ellos entre los más caros de la marca) se han vendido realmente bien– será tentado y éste se planteará llegar a un nuevo acuerdo con algunas de las otras marcas que dominan o buscan hacerse un hueco en el mercado básquet.
Poco probable parece imaginarlo en Adidas, el otro gran coloso, donde ya tienen overbooking de bases bajo contrato (James Harden, Derrick Rose, Damian Lillard, Donovan Mitchell y Trae Young). En Under Armour, por el contrario, ‘sólo’ Joel Embiid y Stephen Curry están al frente de su marketing NBA en temática de sneakers, por lo que firmar Irving (lo díscolo vende) podría ser una opción.
Puma, la marca germana en la que Jay-Z es director creativo, convirtió a LaMelo Ball en su buque insignia con la intención de romper el oligopolio reinante en el sector. Convencer a Irving (ese Power Point debe valer oro) para unirse a la empresa sería un gran golpe sobre la mesa.
Pero mientras algo (o nada) de esto ocurre, veamos quiénes sí siguen en la familia Nike, lo que de por sí debe narrarse en forma de matrioska. Air Jordan, aunque estrictamente no se vendan como lo mismo, es uno de los polluelos de Nike, o mejor dicho, su gallina de los huevos de oro; y a dicha ‘submarca’ pertenecen Luka Doncic, Zion Williamson, Chris Paul, Jayson Tatum o Russell Westbrook entre otros.
Si nos referimos a Nike sin vericuetos, entonces hay que hablar de LeBron James, Kevin Durant, Paul George y Giannis Antetokounmpo. Pero nadie se acerca al único y verdadero rey. Uno que no necesita jugar siquiera para ocupar el trono. Si bien esta imagen de Forbes es de 2019, sus cifras se mantienen vigentes. 130 millones al año para Michael Jordan sin pisar el parquet. Muy por encima de los mejor pagados de la marca Nike y de cualquier otra (Curry y Under Armour: 20M. Harden y Adidas: 14M. Zion y Nike: 13M).
Irving: donde de verdad ‘nos’ importa
Kyrie Irving ha sido una lucrativa página más en el historial de una marca que no altera ni lo más mínimo su rumbo tras la ruptura. Del guard de los Nets, de quien cada tuit es una aventura, lo que más nos importa aquí es su desempeño en cancha; escribir titulares a costa de sus actuaciones y no de sus declaraciones.
Ante los Hornets, la noche del esparadrapo, anotó 33 puntos, dio 9 asistencias y puso 4 tapones. Los Nets han ganado 5 de sus seis últimos partidos con él en pista. El base está rindiendo a un nivel estelar, lo normal en él, y ahora por fin empiezan a acompañar las victorias.
Y es que con Irving el parquet suele impregnarse de cal y casi nunca de arena, la cual reserva para otros campos y praderas.
(Fotografía de portada de Dustin Satloff/Getty Images)