¿Hacia dónde camináis, Clippers?

Seis temporadas consecutivas en playoffs¸ alguna de ellas incluso superando la primera ronda, podría ser un registro notable para la que durante mucho tiempo fue la franquicia más ceniza y con menos éxitos de toda la NBA. Los Clippers, siempre asociados a su leyenda negra, a su mal fario y a la recurrente y nada favorecedora comparación con los Lakers, podrían darse por satisfechos al clasificarse un curso y otro a la post temporada. Más incluso cuando la entidad californiana suma trece apariciones en los playoffs en sus cuarenta y siete campañas de historia; y más incluso cuando de esas trece presencias en las eliminatorias por el título, seis se han concentrado en el periodo 2012-2017.

Y sin embargo, hay un poso de decepción,de tristeza, acrecentada por la melancolía que ha supuesto la retirada de Paul Pierce. Y lo hay porque con la plantilla que han tenido los Clippers recientemente, jamás han conseguido avanzar más allá de unas semifinales del Oeste. Hay datos dramáticos para jugadores como Chris Paul, santo y seña de la plantilla, quien es ya el jugador de la NBA que más partidos ha jugado de playoffs sin disputar ni unas Finales de Conferencia. Ese lastre puede pesar mucho de cara a la configuración del bloque de los Clippers 2017/18. Tanto Paul como Blake Griffin tienen la posibilidad de salirse de su contrato, que expira en 2018 pero que podrían cancelar antes merced a su player option.

¿Contratos máximos?

Son los dos buques insignia de los Clippers, pero a Paul se le puede estar terminando la paciencia en California. Hace poco declaraba, inmerso en la serie contra los Jazz, que él jugaba para el campeonato, algo de lo que no ha estado ni siquiera cerca en Los Ángeles. Los propios Clippers planean seguir con su dupla y tendrían en mente poner sobre la mesa sendos contratos máximos, para amarrar a CP3 y a Griffin. En el caso del primero, podría firmar por 5 años y 208 millones de dólares; el segundo, lo haría por la misma duración pero por 175 millones.

El riesgo de hipotecar el futuro

Aunque sobre el papel suene muy bien retener a sus dos estrellas, el montante económico destinado a ese par de contratos, un total de casi 400 millones de dólares comprometidos por cinco cursos, dejaría poco margen salarial para adquirir complementos de calidad. A ese montante hay que sumarle los 22,6 millones que percibirá DeAndre Jordan en la 2017/18. J.J. Redick, además, será agente libre y si le quieren amarrar deberán ofrecerle algo similar a los 7 millones que ha ganado en la 2016/17.

Diferentes fuentes estadounidenses han informado de que Paul habría alcanzado un acuerdo verbal en febrero para alargar su contrato. La ESPN, el pasado viernes, aseguró que los Clippers esperaban renovarle. Paul tiene una temporada más de contrato, a razón de 24,2 millones, pero la player option de la que dispone, hará que los angelinos deban rascarse el bolsillo para suscribirle un nuevo acuerdo si lo quieren retener. Algo parecido a lo que sucede con Griffin. En estas negociaciones, sus cláusulas de salida hacen que ellos tengan la iniciativa. En los Clippers lo saben y por eso planean los citados contratos máximos.

Anthony, como opción

En las propuestas a Griffin y Paul los Clippers deberán tener muy en cuenta la opción de Carmelo Anthony, por el que estuvieron muy interesados en el pasado mercado invernal. Melo tiene firmadas para la 2017/18 unas cifras de 26,2 millones y una ‘opción de jugador’ de cara a la 2018/19, que le permitiría salirse de su acuerdo. Carmelo, además, dispone de veto sobre cualquier traspaso, pero lo cierto es que su situación en Nueva York dista de ser idílica, agravada por su problemas sentimentales con La La, su pareja en los últimos años.

Es por todos sabido que Phil Jackson no desea a Carmelo en el próximo proyecto de los Knicks, pero también es cierto que fue él quien le firmó el contrato actual. Si los Clippers quieren llevar a California al máximo anotador de la NBA en 2013, deberán ofrecer piezas por un valor salarial similar. Jamal Crawford y Austin Rivers significan 25 millones. A ello, podría sumar el contrato de Redick, que si bien queda libre el 30 de junio, podría ser protagonista de un sign & trade para revalorizar la operación y equilibrar masas salariales.

Algunas voces consideran que el momento de los Clippers ya ha pasado, que el tiempo de Paul y Griffin llegó a su fin allí y que lo mejor es reconstruir desde la base de otros jugadores. Pero en la franquicia, a tenor de los rumores, no parece que caminen por ahí. Quizá quieran gastar la última bala con la pareja estelar. Cueste lo que cueste.  Se avecina un verano largo, con decisiones que pueden torpedear el futuro de una entidad marcada ciertamente por el mal fario y la debilidad histórica en los momentos cumbres.


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