La llegada de Kyle Kuzma a los Washington Wizards estuvo envuelta en un halo de misterio en torno a su potencial desempeño, estado de forma y encaje en el equipo. El alero fue una de las piezas enviadas por Los Angeles Lakers para hacerse con los servicios de Russell Westbrook, quien ahora es, precisamente, uno de los grandes males de la franquicia oro y púrpura.
En California, Kuzma se vio tremendamente condicionado por la presencia de LeBron James y Anthony Davis. El anillo de 2020 supuso un gran éxito colectivo pero no así para el jugador, quien vio cortada su progresión. No solo eso, sino que la necesidad de adaptar el equipo a su dúo estelar derivó en un Kuzma confuso y con falta de confianza en su juego.
En efecto, el jugador compartió públicamente sus dudas respecto a cuál sería su rol durante el curso 2020-21. «Mi rol ha cambiado cada año», afirmó en diciembre de 2020. «Así que he tenido que adaptar mi juego y encontrar la manera de incidir en el juego de diferentes formas, mucho más que otros jugadores en una trayectoria similar. No tengo ni idea de cuál será mi rol ahora.» Entonces, el ya ex entrenador Frank Vogel y Anthony Davis quisieron tranquilizar a Kuzma compartiendo su confianza en él y adelantando un grado de responsabilidad que su traspaso a Washington cortó de raíz.
Así, no es de extrañar que hubiera cierto recelo acerca del potencial impacto de Kuzma a pesar de que la operación de salida de Westbrook ha terminado por ser un acierto en prácticamente todos los frentes capitalinos. También en el abierto por el de Flint.