Mucho más que el increíble/simple récord

Los campeones nos recordaron a todos que ellos vuelan entre mortales.

Bueno, pues hoy la cosa va de puntos, récords y palizas. Al menos en principio. tres equipos han superado los 140 (no pasaba en una misma noche desde el 84) y el margen medio de victoria ha sido de (wait for it…) 28 puntos, la marca más alta de la historia para cualquier noche en la que se hayan jugado al menos cinco partidos. Espectáculo, récords que vuelan por izquierda y por derecha, los Sixers destrozando a los Wolves (Jimmy contento…), el sistema de regeneración de la liga (Draft) funcionando a las mil maravillas en Atlanta y… Y lo de los Warriors, claro. Lo de los Warriors es baloncesto no apto para mortales.

Se medían en Colorado los dos mejores equipos de la conferencia Oeste con el número uno de la clasificación en juego. Los Nuggets, la consolidada gran sorpresa de la temporada, recibían en su casa (un fortín: 18-3 hasta ayer) a unos Warriors a los que les saben jugar. No solo les habían ganado el primer duelo de la temporada (aquel tapón de Juancho), sino que nunca han perdido todos los partidos de una misma campaña contra ellos en toda la era Kerr.

Explosión en must-see TV

En fin, que el partido era, como dicen los americanos, must-see TV. Y de repente… De repente llegó un huracán incontrolable. Un equipo infalible, invencible, imposible. De repente, llegó la versión videojuego de los Golden State Warriors: 51 puntos en el primer cuarto, nuevo récord de la NBA. Y hay más…

Fueron 17 de Durant, que no falló un solo tiro (7/7 total y 3/3 en los triples), 13 de un Klay Thompson muy activo (tres triples y uno de sus cuatro mates) y 12 que Curry sumó de tres en tres. En total, 10/14 en los triples (récord de la franquicia en un cuarto) y 19/25 en los tiros, números que os aseguro no hacen justicia a lo que pasó ayer en Colorado. ¿Os impresionan? Fue mucho más.

Los Nuggets anotaron 38 puntos con un 60% de acierto en los tiros en ese primer cuarto. Y se fueron 13 abajo con sensación de -40. Lo que les acababa de pasar por encima no era mortal.

Mi movimiento favorito y el viernes

Un espectáculo de bloquos indirectos para liberar tiradores, los unos contra uno insultantes de Durant, los cortes hacia fuera y hacia dentro, el eterno movimiento sin balón de los hermanos Splash… Esto último es quizás mi parte preferida del juego de Curry: recibe, penetra, suelta el balón cuando la defensa se cierra sobre él y entonces, cuando el equipo contrario piensa que el dos veces MVP ha encontrado al tirador/compañero abierto y reacciona tarde sobre éste, Curry se ha seguido moviendo y está solo en una esquina. Suerte…

En fin, fuegos artificiales. De verdad… Baloncesto del que no se ve todos los días. Baloncesto del que merece la pena ver repetido una y otra vez. Y, sobre todo, mucho más que el increíble/simple récord (no quiero hacer de menos al récord; quiero hacer de más a los Warriors): un golpe encima de la mesa en el Oeste (se ponen primeros tras arrasar al líder) y un recordatorio para la liga entera de su carácter inmortal.

Por cierto, el viernes vuelve DeMarcus Cousins. Venga, hasta luego.

(Fotografía de portada: Matthew Stockman/Getty Images)


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