La confección de los actuales Brooklyn Nets se sostuvo sobre la reunión de un Big Three de auténtico escándalo al que parecía imposible tumbar en el intercambio directo de golpes.
En efecto, Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden conformaron, hasta la salida del último rumbo a Philadelphia en febrero de 2022, uno de los tridentes más anotadores y con mayores recursos ofensivos de todos los tiempos. Sin embargo, todo lo que producían en ataque se diluía en las numerosas taras defensivas del equipo, lo cual, unido a los constantes escándalos extra-deportivos, ausencias derivadas del COVID-19 y lesiones, hicieron naufragar temporada tras otra.
Durante la etapa de Steve Nash al frente del equipo, los Nets demostraron ser un auténtico rodillo en ataque, como recoge el ratio ofensivo de 117,3 puntos por cada cien posesiones con el que cerraron el curso 2020-21. También confirmaron que lo de defender nunca fue lo suyo y la incapacidad de Nash para confeccionar un sistema mínimamente productivo: los Nets ocuparon la 20ª y 22ª posición, respectivamente, en ratio defensivo en sus dos temporadas completas. Cuando Nash abandonó el equipo el pasado 1 de noviembre, las cosas iban aún peor: Brooklyn emergía como la segunda peor defensa encajando la friolera de 119,1 puntos por cada cien posesiones.
Desde entonces, con Jacque Vaughn al frente, las cosas han cambiado por completo: la defensa de los Nets ha rendido a un nivel espléndido hasta situarse en cuarta posición, tan solo por detrás de Memphis, Cleveland y Philadelphia. A su vez, los neoyorquinos han escalado posiciones y ocupan ya la segunda posición de la Conferencia Este.