El 25 de diciembre de 1967, en su año de estreno, la ABA vivía su primera Navidad como liga profesional. La que durante un tiempo buscó y se quiso ver como alternativa a la NBA terminaría sucumbiendo menos de una década después, arruinada, sin apenas equipos y con algunas franquicias que pudieron salvar los muebles e integrarse en la NBA.
Sin embargo, todo aquello sucedido en 1976 con el cierre de la liga quedaba muy lejos unos años antes. La ABA, con sus excentricidades, con el balón tricolor, la inclusión muchos antes de que lo hiciera la NBA de la línea de tres puntos y, en definitiva, con una apuesta económica potente de algunas de sus franquicias, deseaba mirar cara a cara a la NBA. El pulso no duró demasiado, pero para las Navidades de 1967 todo eran esperanzas.
Si la NBA celebraba encuentros en un día tan sagrado como el 25 de diciembre (lo sigue haciendo con toda la fanfarria), la ABA no iba a ser menos en su curso iniciático. Para la temporada 1967/68, la NBA programó cuatro partidos el Día de Navidad, entre los que sobresalía, en el Madison Square Garden, un New York – Celtics, con los de Boston directos a su décimo título en apenas una década y con Bill Russell ya de entrenador-jugador.
La ABA, por su parte, fue algo más modesta, aunque le dio bastante trabajo a los Oakland Oarks. Un único encuentro preparó la competición para ese día, el que iba a enfrentar a los Kentucky Colonels y a los propios Oarks. No pierdan este último equipo de vista.
En aquel duelo disputado en el ya vetusto Louisville Convention Center, ahora conocido como Lousiville Gardens, y erigido a principios del siglo XX, los locales, los Colonels, vencieron a los Oarks (112-98). En los locales jugó, y muy bien, un joven llamado Louie Dampier, quien firmó 28 puntos. Por parte de los visitantes, en su única campaña en la ABA y antes de colgar las botas a pesar de su juventud y de sus buenas prestaciones, sobresalió Jim Hadnot, con 24 tantos. Quizá el lector se pueda sorprender en citar a alguien que sólo estuvo una campaña en circulación, pero es que se da la circunstancia de que Hadnot, quien falleció prematuramente, era el abuelo de Jason Kidd.
Al día siguiente, los de Oakland tuvieron que viajar a Colorado, en un back-to-back que se saldó con otra derrota, esta vez ante los Denver Rockets. Y tampoco pierdan de vista a este equipo. En ese 26 de diciembre, por parte de los Rockets jugó relativamente bien Byron Beck.
Dampier y Beck, históricos de la ABA
Más allá de ser la primer Navidad de la ABA, aquellas jornadas del 25 y del 26 de diciembre, en ese par de partidos citados, contuvieron buena parte de la historia que iba a vivir la ABA posteriormente. En el curso 1967/68, tanto los Rockets como los Colonels llegaron a playoffs para caer en la primera ronda; los Oarks ni estuvieron presentes en las eliminatorias por el título y Hadnot se retiraría del baloncesto. Por ello se perdería ser parte de esa locura de agencia libre que fue la de la ABA en 1968, donde los propios Oarks asaltaron la banca con el fichaje de Rick Barry, otrora Novato del Año en la NBA y que se fue al calor del dinero que no le daban en los San Francisco Warriors, al otro lado del puente. Barry conquistó el anillo con los Oarks en su único año allí y tiempo más tarde, de regreso a la NBA, sería el MVP de las Finales de 1975, que se llevó con sus Warriors.
Por su parte, Dampier, como base y director de juego, y Beck, como interior, dejaron muchísimo más poso en la ABA. Porque ambos son los dos únicos jugadores de la historia de la competición que jugaron todas y cada una de sus ediciones, un total de nueve, antes de su cierre, tras la citada 1975/76.
Y los dos lo hicieron en los equipos con los que debutaron y con los que se estrenaron las Navidades de la ABA en 1967. Y no sólo estuvieron en la ABA; no pasaron simplemente por allí. Dampier es el máximo anotador de la historia de la competición y el máximo asistente, además de cosechar tanto el mayor número de minutos como de partidos disputados de siempre en la ABA. En sus nueve temporadas, jalonadas con múltiples presencias en los mejores quintetos ideales y con selecciones habituales para el All-Star, Dampier estuvo a punto de no llevarse un título colectivo a la boca, pero lo consiguió a la penúltima ocasión, en su octava temporada en la ABA.
Los Colonels, que cuando la competición se disolvió en 1976 eran el plantel con más victorias de todos, por fin cosechaban el campeonato de la ABA tras haber caído en dos Finales previas y ahora con Artis Gilmore como MVP de esos playoffs. A pesar de ello, un año después los Colonels no formaron parte de los cuatro equipos que saltaron a la NBA tras el fin de la ABA. Sin embargo, Dampier sí pudo ingresar en la mejor liga del mundo, aunque en una versión algo menor que la mostrada en la ABA. Con los San Antonio Spurs celebró tres sólidas campañas, antes de retirarse al final de la 1978/79, con 34 años. Fue elegido miembro del Hall of Fame en la clase de 2015.
En 1977 jugaría 21 minutos el 25 de diciembre, frente a los Jazz, en lo que fue su último partido como profesional en una fecha tan señalada. Meses después de abandonar el basket, en octubre de 1979, Chris Ford anotaba el primer triple de la NBA, que acababa de introducirlo para ese curso. Antes, la ya extinta ABA había sido pionera adoptando el triple años atrás y Dampier, precisamente, también fue el máximo triplista de la competición, con 794 dianas.
Por su parte, Beck jamás pudo cosechar el anillo de la ABA con Denver pero, a diferencia de Dampier, sí pudo saltar a la NBA con su franquicia de siempre, pues en 1976, y ya conocidos como Denver Nuggets, los de Colorado fueron junto con los Nets, los Pacers y los Spurs, los cuatro equipos que pudieron integrarse en la NBA tras el fin de la ABA.
Eso sí, su presencia en la gran liga se redujo a un curso y medio centenar de partidos, con un rol muy menor. Se iría del negocio y se retiraría en 1977. Beck se quedó cerca del entorchado en 1976, con la ABA en agonía. Sus Nuggets, a punto de aterrizar en la NBA, perdían las últimas Finales de siempre en la ABA frente a los New York Nets de Julius Irving. Antes, como homenaje casi póstumo, en las semifinales de unos playoffs muy descafeinados, Denver se vio las caras con Kentucky, en un duelo siete partidos (4-3) que fue la última vez que se midieron en Beck y Dampier en la ABA. Todavía unos meses después, los dos únicos jugadores que estuvieron en la ABA desde su inauguración hasta su clausura, tuvieron un último baile en la NBA. Y digamos también que en Navidad. El 2 y el 5 de enero de 1977 los Nuggets de Beck y los Spurs de Dampier se midieron en dos encuentros, uno en Texas y otro en Colorado, envite que terminó con una victoria para cada plantel.
Para Dampier y para Beck, que fueron parte importante de esos primeros partidos de Navidad de la ABA, el legado que se les reconoce es haber sido los únicos que permanecieron siempre en la ABA, desde su salto inicial hasta su calamitoso cierre. Algo que no fue sencillo, sobre todo por las derivas que tomó la competición tras sus primeros prometedores compases. Ellos contribuyeron a darle historia a un proyecto que no pudo ir más allá, pero que como la NBA, intentó también copiar fórmulas como la de jugar en fechas señaladas.
Muchos 25 de diciembre aprovechamos la ausencia de partidos disputados en la NBA para publicar historias sobre baloncesto y Navidad. Puedes leer algunas de las que hemos publicado en los últimos años a continuación:
- Los dos únicas Nochebuenas NBA
- Las primeras navidades europeas de Bob McAdoo
- La primera gran rivalidad navideña del siglo XXI
- El destierro de Craig Hodges
- Un paseo hacia Coney Island, Brooklyn, NY
(Fotografía de Andre Furtado)