¿Qué esconde el nuevo salario único de la G League?

Andre Ingram tendrá más motivos, si es que le faltaban ya, para permanecer en la G League el curso que viene y tratar de volver a probar las mieles de la NBA. Hablamos del Ingram de 32 años protagonista de una de esas historias tan propias de la NBA, de ese cuento de hadas del hombre que había esperado una década entera en la Liga de Desarrollo, y descartado contratos mejores en el extranjero, por poder dar el salto a la gran liga.

Ingram lo consiguió y más allá de que su relato fuera una de las noticias del curso, porque sobre la pista en el par de partidos que tuvo con los Lakers demostró ciertas cualidades, llama la atención que tres días de trabajo en la NBA le reportaran la mitad de lo que había ganado en todo el año en la G League. La competición filial de la NBA tenía hasta la 2017-18 dos tipos de salarios para sus jugadores y en el caso de Ingram su sueldo era el del tipo máximo, esto son 26.000 dólares por una campaña que va de noviembre a marzo. Cinco meses para acumular algo más de 25.000 dólares, más dietas. En la NBA, un par de días para ganar casi 14.000 dólares, la prorrata del salario mínimo anual para un novato. Porque sí, a sus 32 años, Ingram era novato.

El hecho de haber celebrado y firmado un contrato con los Lakers hace que si el de Virginia volviera el curso que viene a la NBA su nómina, como mínimo, debería ser de 1,5 millones anuales aproximadamente, cantidad que percibiría si estuviera toda la temporada y su acuerdo fuera completamente garantizado. Más allá de las particularidades de cada situación contractual, la posibilidad de ganar o acercarse a la cifra del millón de dólares debe animar necesariamente a este escolta, que completa su salario como profesor de cálculo, a seguir a la vera de la NBA. Y esa motivación, desde hace una semana, tiene un punto extra. Los Lakers le han dicho que permanezca en su órbita porque le seguirán observando. Y si Ingram siguiera en los South Bay Lakers, en la G League, incrementará su sueldo anual de 26.000 dólares a 35.000.

El nuevo salario único en la G League

No, no es un premio especial de los angelinos, sino la nueva realidad salarial de la G League, que ha decidido unificar los salarios de todos los jugadores, acabar con las distinciones y establecer un sueldo anual único de 35.000 dólares. Es decir, si un jugador permanece de noviembre a marzo se embolsará esa cantidad íntegra, o lo que es lo mismo, 7.000 dólares al mes.

Hace no demasiado hubo cierto revuelo en el entorno de la G League al conocerse que algunos jugadores del NBA 2K18 podría llegar a percibir 35.000 dólares anuales, en ese momento más que el máximo que cualquiera que hiciera servicio en la Liga de Desarrollo pudiera amasar. Evidentemente, esta acción de unificar salarios por parte de los rectores de la competición, vinculada directamente a la NBA como una matriz, no era una respuesta a la realidad salarial del mundo de los videojuegos, pero sí caminaba en la dirección de profesionalizar cada vez más un torneo que ya no solo se ve como la antesala de la NBA, el escaparate para llegar a ella, sino como una forma decente de ganarse la vida que para muchos ya puede ser una alternativa salarial al hecho de irse al extranjero. Porque en la G League tienes seguridad de pagos, dentro de una liga que contrata directamente a los jugadores, que luego se distribuyen por las franquicias según diversos mecanismos, y que cada vez es un punto más de atención donde los ojeadores acuden en masa para ver qué hay.


En nbamamiacs hemos buscado la voz de uno de los mayores expertos en la G League para profundizar más en un tema salarial que va más allá de los 35.000 dólares por temporada. Hablamos con Adam Jonhson, que además de ser uno de los fundadores de 2 Ways & 10 Days, web de referencia para todo el que siga la G League, ha trabajado en la 2017-18 como reportero oficial de los Santa Cruz Warriors, el afiliado de Golden State en la propia G League.

Casi 100.000 dólares por temporada

Eso es a lo que se pueden acercar los jugadores de la G League que además de cubrir toda la campaña en la competición hayan realizado previamente el training camp con alguna franquicia de la NBA, lo que les reportaría hasta un tope de 50.000 dólares, que sumados a esos 35.000 dan un salario anual de 85.000 dólares.

“El aumento salarial es sin duda importante, y significará que la calidad del jugador también será mayor. Si combinas los 35.000 dólares con el máximo que un jugador puede ganar en un training camp  se puede llegar a recibir 85.000 dólares por curso. Sin duda, verás a más jugadores optar por participar en la G League en lugar de jugar en el extranjero en función del nivel de comodidad y de lo que consideren apropiado para sus ganancias. No creo que los sueldos de la G League se puedan comparar con los mejores salarios de Europa / Asia, pero más jugadores comenzarán a considerar la G League como una opción en el futuro”, señala Johnson.

Interesante ventana, a la que desde la 2017-18 se añadió la opción de los contratos duales. Este acuerdo laboral permitía a los jugadores bajo su formato un máximo de 45 días en la NBA mientras durase la Temporada Regular G League y el resto de jornadas lo debían pasar en el afiliado de la franquicia NBA con la que firmaron el acuerdo. Los Two-Way Contracts recogían una nómina de 75.000 dólares para los jugadores que los suscribieran, más todo el dinero que se pudieran llevar por su estancia en la NBA, que no era más que la prorrata del contrato mínimo según la experiencia del jugador.

En el caso por ejemplo de C.J. Williams, de los Clippers y Agua Caliente Clippers, el escolta amasó esos 75.000 dólares además de una cantidad superior a los 200.000 dólares por todos sus días con los Clippers en la NBA. A eso hay que añadirle los casi 14.000 que ingresó en los tres últimos días de la Temporada Regular fruto de su nuevo contrato multianual. Es decir, más de 300.000 dólares. Para la 2018-19 los contratos duales se incrementan un 3 por ciento.


Johnson cree que la  G League, tanto en la línea del contrato dual como por el camino de los 85.000 dólares de training camp NBA y curso completo en la liga, se dirige a ser una buena competencia para el extranjero. Sin olvidar que un jugador puede tener contratos de 10 días y otros miles de dólares para la cuenta. Ahora, y cada vez con más motivos, un jugador se lo puede pensar dos veces antes de emprender la aventura fuera de Norteamérica. Al plus de unas mejores condiciones económicas se le une el punto que ha estado siempre ahí y que es el motor de la G League: la posibilidad de que sirva como trampolín a la NBA. “Creo que cuanto más dinero se ofrezca, más probabilidades habrá de que la gente se quede y compita en la G League”, apunta Johnson

Dietas, seguro médico y alojamiento

Diversas fuentes consultadas por este medio apuntan a un hecho pasado que explica en parte la mejora de los niveles de vida de los jugadores en la G League. De tres tipos de salarios, el más bajo de 13.000 por curso, se pasó a dos y ahora al citado de 35.000. Un salto adelante que hay que buscarlo en el contrato televisivo firmado por la NBA en 2014 y que entró en vigor para la 2016-17. Aquello que llenó de millones de dólares las arcas de las franquicias y puso patas arriba el mercado de ese verano, tuvo su ligero rebote en la G League, beneficiada de esa lluvia de billetes.

En la cuestión económica no solo afloran esos 7.000 dólares al mes, sino también otro tipo de prestaciones. Los jugadores tienen dietas importantes diarias para sus gastos, un potente seguro médico y una vivienda gratis durante su tiempo de estancia en la G League. Así lo confirma Johnson. “Por las conversaciones que he tenido, el seguro médico es excelente y se encarga incluso de los jugadores que terminan lesionados la Temporada Regular. El alojamiento no representa el mismo gasto si se trata de California, de Santa Cruz, de donde soy yo y conozco los precios, que si hablamos de Fort Wayne. Pero que te paguen la casa es excelente. Luego, las dietas dependen si el jugador está asignado o no a un plantel de la NBA, pero igualmente en todos los casos son un buen reclamo y dan valor añadido a lo que ofrece la G League”.

La mejor puerta para esperar el sueño

Si la G League fue un lugar idóneo para tratar de entrar en la NBA, el hecho de que ahora pague más solo hace que aumentar el valor de la liga. Todavía no puede competir con Europa a nivel salarial, con las grandes potencias de Europa. “Pero para jugadores de nivel medio se ha convertido en la gran opción. Ahora hay unos buenos salarios y tienes los ojos de decenas de scouts que te siguen. La G League siempre fue la mejor puerta de acceso a la NBA. Ahora lo es más. Y mientras esperas la oportunidad, puedes ganar un buen dinero. La pregunta es cuánto tiempo están dispuestos a destinar los jugadores para lograrlo”.

Con estas condiciones quizá la espera se haga más fácil.


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