El poder del ‘clutch’

«Lo importante no es la meta, sino el camino». Ahora lo traducís al inglés y se lo gritáis a LeBron James la próxima vez que os crucéis con él, manteniendo las distancias. No sea que, Blake Griffin.

En su primera (y única) ronda de estos playoffs, Los Ángeles Lakers estuvieron por delante en el marcador durante más de 150 minutos, por los 50 de su oponente, los Denver Nuggets, quienes a la postre terminarían venciendo en la eliminatoria por un rotundo 4-1.

En escenarios de corte competitivo, el final (y no el camino) es lo que crea narrativas, genera decisiones y dicta sentencia. Por eso, Minnesota, al ser capaz de remontar una serie que iba perdiendo 3-2 ante los vigentes campeones, disparó sus cuotas de favoritismo, reputó decisiones del pasado (dupla Towns-Gobert) y alimentó paralelismos inmediatamente virales, del estilo: ‘Edwards, el nuevo Jordan’.

Castillos mediáticos que deben resistir muchos envites; de lo contrario, son castillos de arena. Con el 3-0 a favor de Dallas Mavericks, ventaja en playoffs que no se ha levantado nunca, dos tercios de las narrativas no tardan en caer. Porque el final (y no el camino) es lo que importa.

Luka y Kyrie, con un apoyo popular bien distinto hace tan solo unos meses, ahora son una dupla estelar. Los reyes del cotarro. El esloveno es tremendo jugón que además, ahora, no abusa de los aspavientos; Kyrie vuelve a ser el mejor ball-handler de la década; y Jason Kidd, oye, que en regular season no pero en playoffs sí.

Las narrativas no necesitan de apenas raíces. Sólo una hoja de datos y un filtro a conveniencia. Karl-Anthony Towns, que pasó de ser un pecho frío a dar un salto de madurez, vuelve a pechofriar nuevamente. A Edwards le falta cachopo y potaje a espuertas para ser siquiera el talón de MJ.

Y el clutch… ¿quién dijo Murray o DeRozan?


Porque esto último es lo que más está marcando un Final de Conferencia entre dos grandes conjuntos que, a pesar del actual tanteo y como ya sucediera con el Nuggets-Lakers, está más parejo de lo que el 3-0 parece alumbrar.

Los marcadores finales hablan por sí sólos – con un +13 acumulado para Dallas–, y el Game 3, siendo el que se ha resuelto por un margen mayor, estuvo abierto de par en par hasta el último minuto, cuando Gafford encadenó los 45 segundos más emocionantes de su carrera, con bárbaro tapón a Conley, seguido de alley-oop a pase de Doncic para colocar el último clavo del ataúd.

Doncic & Irving: aluvión de clutch

Y ese pase de Doncic precisamente, con defensa doble encima, la presión del resultado y la tentación esquivada de resolver por su cuenta, representa gran parte del éxito de los Mavs en esta eliminatoria. La capacidad de cerrar con eficacia en los últimos cuartos.

Si buscamos quiénes son los nombres que han dominado el curso regular en esto del clutch, no encontramos a nadie de los Mavericks entre los puestos altos. Atendiendo al dato de puntos anotados, hay que bajar hasta el puesto 25º, lugar de Kyrie Irving (83 pts); en triples anotados, Luka Doncic es 14º, aunque el 72º en términos de acierto (40,9%). En Fantasy Points, que mide el impacto global dentro de este escenario, Doncic ocupa la 28º plaza, Irving la 48º, P.J. Washington la 90º o Tim Hardaway la 174º como miembros tejanos mejor posicionados.

Pero todo eso no importa. No importa porque el dato relevante es el del conjunto, es decir, cómo atacan y defienden como equipo a la hora de la verdad. Y los Mavs venían toda la temporada avisando, con la diferencia de que lo que en RS, si no es un game winner sobre la bocina no da lugar a una gran narrativa, ya en los playoffs, con menos fuegos que apagar, hay tiempo por fin para atender a estos detalles.

Detalles que perduran con firmeza espartana. Durante el curso, el vestuario que comanda Jason Kidd ha presumido del tercer mejor net rating en tiempo de clutch, así como el mejor ataque de cuantos equipos hay en la Liga. Algo que en este mes de mayo no hacen sino reiterar.

Fuente: NBA Stats

T-Wolves, noqueados

En playoffs nadie ha pasado más tiempo que ellos en esta fase agónica del juego salvo los New York Knicks, con 38 minutos por los 36 de los Mavs. Y su ataque vuelve a brillar con luz propia en este estadío del juego. Si bien con Thunder y Clippers el intercambio de golpes estuvo más igualado, ante los Wolves (14 de 15 minutos posibles) el resultado es siempre es mismo: derechazo y a la lona.

El dominio es total, no sólo en el despliegue de ataque, donde ven el aro del tamaño de un portal cósmico, sino que en defensa logran reducir a su rival a una caricatura de sí mismos. Los T-Wolves, que promedian más de 115 puntos en las eliminatorias, pierden toda complicidad con la canasta en estos instantes calientes hasta el punto de quedarse fríos.

«Nos están ganando en el ‘uno vs uno’. Y a ello hay que sumar que nuestra ofensiva se desmoronó (en el clutch). Tenemos que anotar más que ellos», lo resumía sin arabescos el técnico de los norteños, Chris Finch.

Dominio total

En estos tres encuentros, la combinación ofensiva de Irving y Doncic ha dado lugar, en términos directos, a 70 puntos más los que anotan Edwards y Karl-Anthony Towns. No obstante, el resto de los Wolves ‘compensa’ esta asimetría, encestando 57 tantos más la rotación de Dallas sin contar su dúo exterior.

¿Quién saca más punta a esta realidad? Obviamente los Mavs, ya que si de por sí el peso del usage descansa en los jugadores estrella, en minutos de clutch no hay discusión de quienes llevan la batuta; no sólo en términos de anotación, sino también de distribución y toma de decisiones. Y ahí los de Kidd lo están bordando.

Primero en la anotación, donde D&I clavan el 41,6% de sus triples, por el 23,3% de E&T. Y luego en reparto del juego.

Esas double-deffense de los Wolves, élites en marcaje al hombre y perimetral esta temporada, están leyéndola los tejanos a las mil maravillas, con Derek Lively II, Derrick Jones Jr., Daniel Gafford o P.J. Washington como grandes beneficiarios, ya sea en secuencias de pick and roll (finalización por mate) drive and dish (desde el triple abierto), o incluso acciones de lo más sencillo donde sólo necesitan recurrir a una circulación rápida.

Y si no… tampoco importa demasiado. Porque si defender a Nikola Jokic, aún con Towns y Gobert encimándole, es muy difícil, con Irving y Doncic a ratos parece francamente imposible.

Gafford ‘a lo Lively ‘

Los Mavs han sabido, además, replicar con Gafford lo enorme que venía dándoles el rookie Derek Lively II en los dos duelos anteriores, tanto en su papel vital de rim protector como un seguro de vida en la finalización, con Doncic como principal facilitador, pero también Irving. Gobert, da igual que se aventure por fuera o recluido en su zona de confort, tendrá pesadillas con esta serie cuando acabe.

Edwards: contranarrativas

Como un balancín en un parque infantil, las expectativas con Edwards han dado un vuelco en su ángulo de percepción de una serie a la otra. Con Denver demostró todo lo que lleva dentro: su fuego ofensivo, su talento y entrega atrás, su innato poder de liderazgo, y una seguridad en sí mismo pocas veces vista en alguien de su edad.

Con Dallas, esa versión parecía haberse quedado en las duchas. Hasta la segunda mitad de ayer. The Ant reapareció, primero con ‘el mate de los playoffs’, y luego con un acumulado de acciones en el tercer cuarto que le permitió reencontrarse con la versión de adalid de los suyos.

Cuarta manga. Entró a falta de poco más de ocho minutos, por Mike Conley, tras un breve descanso sabiendo lo que le esperaba y para lo que convenía recobrar fuerzas. Balance: 4 puntos, 1 asistencia, 1 rebote ofensivo, 1 robo. Insuficiente para lo que esperas de tu mejor jugador con la eliminatoria candente sobre el alambre.

Ya en los Game 2 y 1 cometió pérdidas y errores de balón fácilmente evitables por un jugador de más experiencia y temple. Sin embargo, si algo ha demostrado Edwards es que no se arruga. Y difícilmente lo hará ante esta montaña jamás escalada que es el 3-0. Contra la -contranarrativa.

Como jugador de clutch, no obstante y por si hay dudas en base a lo más reciente, no desentona si miramos el global de estos playoffs. Según el portal Pivot Fade, el escolta ha anotado un total de 23 puntos en este tramo con un fantástico true shooting del 81,7%.

Game 4. A ver qué titulares nos traes.

(Fotografía de portada de Stephen Maturen/Getty Images)


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