La presencia de Anthony Davis en el programa de LeBron James en HBO ya está dejando tras de sí los primeros grandes titulares. El jugador de los Pelicans, quien solicitó ser traspasado a comienzos de este año, ha querido lanzar un mensaje claro para todo aquel que ha seguido de cerca todo lo sucedido con él durante los últimos dos meses: es el propio David, y nadie más, quien controla lo que sucede en su carrera profesional.
«Todos los medios de comunicación han estado alrededor de mí en este tiempo. Y ahora tengo la oportunidad de tomar el control de mi carrera y decir lo que yo quiero decir, y hacer lo que yo quiero hacer», comenzó diciendo el jugador en ‘The Shop with LeBron James’. Ahora ves a todo el mundo diciendo, ‘está bien, ahora sí veo a AD cambiándose [de equipo]’. Todo el mundo me dice que justo ahora estoy creciendo, que es el momento de tomar las riendas de mi negocio, de tomar el control de mi carrera. Y ahora, como jugador, soy el máximo responsable de mi propio negocio».
En la misma línea, Davis se mostró aún más contundente: «Ahora tengo el poder en mis manos. Estoy haciendo justo lo que quiero hacer, y no lo que alguien me dice que haga».
La dureza de la incertidumbre
Davis se convertirá en agente libre en 2020. Hasta que llegue esa fecha, verle con otra camiseta que no sea la de New Orleans es algo que se puede desbloquear solo mediante traspaso. Antes del cierre de mercado del pasado febrero, los Pelicans negociaron con los Lakers por Davis. Aunque hubo momentos en los que parecía que se iba a llegar a un acuerdo debido a la masiva cantidad de jugadores que ofertaban los angelinos, lo cierto es que al final no se concretó nada. Pero todo ese proceso vivido por Davis, esperando la llamada que le abriera definitivamente las puertas, fue agotador desde un punto de vista psicológico.
«Fue duro porque no sabes qué pasará, no lo sabes», esgrimió el jugador. «Ahora, me queda un año de contrato por delante, y no estoy seguro de lo que ellos van a hacer. Obviamente, yo ya he dejado claro cuáles son mis intenciones. Su respuesta fue, ‘No, continuarás aquí con nosotros’. Ahora para mí existe la incertidumbre de no saber qué pasará».
Pitos de sus aficionados
Tras no completarse su salida, Davis tuvo que volver a jugar delante de los aficionados de los Pelicans, quienes se sentían dolidos por la petición de su jugador estrella. Ser abucheado también ha sido un golpe duro de encajar para Davis.
«Cuando pisé la cancha y comencé a oír [los abucheos] fue como, ‘Maldita sea, me he pasado siete años aquí, todas las cosas que he hecho por el equipo y por la comunidad’. Es algo que me molestó», agregó.
La visión de LeBron
Es su programa y es lógico que LeBron, dentro de una cautela para evitar más suspicacias, dé su opinión al respecto. Para el alero de los Lakers, «durante siete años en la liga, ningún medio, fan, alguien que no sea su fan o alguien que no sea su amigo ha podido decir nada malo de Davis. Pero la cosa cambia cuando ya no quieres hacer lo que ellos quieren que hagas. Ese es el motivo por el que tenemos que seguir intentando controlar la narrativa de los hechos y continuar respaldándonos los unos a los otros [los jugadores], porque ellos tienen ya a muchas personas que intentan controlar esas narrativas [sobre cómo suceden las cosas]».
(Fotografía de portada de Chris Graythen/Getty Images).