Anthony Edwards: «Estoy trabajando más duro que nunca»

El ascenso de Anthony Edwards a los cielos de la NBA parece una realidad inminente a la que solo le resta suceder. Todas las ambiciones y anhelos de los Minnesota Timberwolves, que han echado el resto en la contratación de Rudy Gobert, apuntan a una fe ilimitada en que el joven escolta torne en superestrella a no mucho tardar. Pero estas expectativas no solo acontecen a nivel de organización, entorno mediático y opinión pública. Pues el chico es el primero en ponerse ese peso sobre los hombros. «Trato de dar ese salto para ser el mejor jugador que puedo ser. Intentando llevar a mi equipo lo más lejos que se pueda. […] Estoy trabajando más duro que nunca» dice en una charla con Jon Krawczynski para el medio The Athletic.

Esta pasada campaña Antman ya ha sido el segundo jugador más importante del ataque de los Wolves por detrás de Karl-Anthony Towns. Persiguiéndole de cerca en anotación y porcentaje de uso. La temporada entrante debería de ser la del definitivo sorpasso. En declaraciones recientes Edwards afirmaba que su objetivo a nivel individual es el de ser All-Star por primera vez en su carrera. Sin embargo, el salto al que aspira es el de meter la cabeza en las conversaciones por el All-NBA. De llegar el primer partido de las estrellas, su presencia en él no debería de ser una cima como lo es en el caso de otros jugadores, sino el inicio de un idilio con la absoluta élite de la liga.

Las personas que le han visto trabajar este verano no solo resaltan la espectacular forma física que luce, sino la cantidad de nuevos recursos que ha añadido a su ya de por sí amplio arsenal ofensivo. A pesar de la facilidad con la que produce números, a Edwards todavía le ha quedado un trecho para ser trascendente día sí día también. Aunque la mejora experimentada en postemporada hablan de un talento diseñado para las noches grandes, las superestrellas se forjan en la rutina de la temporada regular para demostrar su ascendencia una vez llegan los playoffs.

El propio jugador sabe bien que la autoexigencia debe ser máxima para alcanzar las metas que pretende. «Todavía sigo siendo un don nadie. Probablemente en dos o tres temporadas comprenderé exactamente lo que tengo que hacer en verano para ser lo mejor posible. Ahora mismo estoy descubriendo cómo y las cosas están yendo muy bien».

(Fotografía de portada de Steph Chambers/Getty Images)


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