La baja de Chris Paul se hizo notar mucho menos de lo previsto en el primer encuentro entre Suns y Clippers. Los de Phoenix, comandados por un sensacional Devin Booker, lograron imponerse a los angelinos por 120-114, y lo hicieron desplegando un juego ofensivo excelente a nivel de circulación y generación de situaciones en el que no pareció faltar uno de los mejores bases de la competición. Y es que, en cierto modo, no faltó, pues como reconoció el propio Booker, Paul acompañó desde la distancia a los suyos durante prácticamente todo el día.
«Ha estado con nosotros por FaceTime. Es nuestro líder y nos apoyamos muchísimo en él» afirmó el escolta. «Sabemos lo frustrante que es para él no poder jugar este partido, sobre todo teniendo en cuenta su historial, pero ha estado todo el día con nosotros. Le hemos metido en el vestuario y ha participado en la reunión posterior al partido. Está orgulloso de nosotros y se muere de ganas de volver».
Devin reconoció que Paul estuvo incluso en sus mentes durante el encuentro, ya que todos eran conscientes de que necesitaban suplir las aportaciones habituales del base a su juego: «Chris ha sido uno de mis principales mentores, y queríamos hacerlo por él. Hablamos en la previa y todos sabíamos que teníamos que dar un plus. El cuidado de balón, mantener a todo el mundo involucrado… Son cosas de las que normalmente él se encarga, pero hoy teníamos que hacerlas como equipo».
Booker habló además acerca de su actuación individual, que fue sin duda una de las mejores de su carrera. El escolta terminó con 40 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias, logrando no solo convertirse en el octavo jugador en lograr un triple-doble de 40 o más puntos en playoffs, sino firmando el primer triple-doble de su carrera: «Creo que me había quedado cerca en varias ocasiones, pero nunca había llegado a alcanzarlo. Está bien que haya ocurrido ahora» concluyó.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)