Boston se asegura tener el mejor puesto de la lotería del Draft

Los Celtics no tuvieron que jugar este viernes para poder disfrutar de un día perfecto. Cleveland no terminó de asegurarse el primer puesto del Este tras sufrir una terrible derrota ante los Hawks, por lo que Boston mantiene todavía opciones de acabar con el mejor balance de la Conferencia. Pero, casi tan importante, el partido que Suns y Thunder disputaron a continuación certificó otro gran momento para la franquicia verde.

Un traspaso que aún da frutos

Su sorprendente victoria por 120-99 impedirá de forma matemática a Phoenix acabar con el peor balance de la NBA, dejando ya a Brooklyn como el seguro colista de la presente temporada. En virtud del recordado traspaso de Paul Pierce, Kevin Garnett y Jason Terry de Celtics a Nets en 2013, Boston se aseguraba poder intercambiar las primeras rondas del Draft de 2017, un derecho que, por supuesto, ejercerá con gusto.

De esta forma, y pese a considerarse como un aspirante legítimo a competir por el campeonato, la franquicia presidida por Danny Ainge irá a la lotería del Draft con un 25% de opciones de conseguir el número 1. Un premio extra en lo que puede ser una de las camadas de talento más abundante de los últimos años, con Markelle Fultz, Lonzo Ball y Josh Jackson como mayores atractivos potenciales. En el peor de los casos, los Celtics no bajarán del 4º puesto, con un 35,7% de opciones de que eso ocurra.

Precedentes agridulces en Boston

Aquel traspaso con Brooklyn ya les permitió tener su 1ª ronda del Draft de 2016, que acabaría dándoles la tercera elección utilizada en Jaylen Brown. La esperanza para los Celtics ahora es lograr una selección todavía más alta. La última vez que tuvieron una 2ª elección fue en el desafortunado Draft de 1986, seleccionando a Len Bias, quien perdería la vida dos días después por una sobredosis de cocaína.

Para ver a los Celtics con el primer puesto, hay que remontarse a 1950, con la elección de Chuck Share (quien nunca llegaría a jugar en Boston) para abrir el Draft. Eso sí, también tuvieron la oportunidad de utilizar el Draft territorial, una opción existente en los primeros años de la liga que permitía a las franquicias adquirir a talentos de universidades cercanas a su ciudad antes del inicio de la ceremonia real.

Los Celtics aprovecharían esa opción para elegir a Tommy Heinsohn en 1956, adquiriendo al que se convertiría en uno de los personajes más importantes de la historia de la franquicia, primero como jugador, luego como entrenador y actualmente como comentarista. Aquella edición salió redonda para Boston, quedándose también al segundo del Draft tras acordar un traspaso con los St. Louis Hawks. Su nombre: Bill Russell. Sería la base de la dinastía más exitosa jamás vista en la NBA con 11 campeonatos en los 13 años siguientes.


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