Boston supera a OKC con un demoledor último cuarto

Se mascaba la tragedia por Oklahoma City. Los Celtics, realizando su peor campaña en años, entraron a los 12 últimos minutos ante los Thunder con una desventaja de cuatro puntos. Caer allí, ante un equipo en plena reconstrucción y que ha apartado de la rotación a Al Horford (para desarrollar a los jóvenes…) hubiera sido un golpe durísimo. Por suerte para los aficionados verdes, todo quedó en un susto. Boston sacó el rodillo en el último cuarto (14-35) para terminar venciendo con comodidad.

Estos Celtics no inspiran seguridad. Otros años sabías que siempre competirían ante cualquier rival. En el presente tienes la certeza de que cualquiera les puede ganar. Tanto han cambiado las cosas por Massachusetts. A la espera de poder contar con Evan Fournier, fichado antes del cierre del mercado de traspasos, en Boston necesitan resolver otros problemas sin dejar de lado lo fundamental: necesitan victorias para escalar posiciones y evitar al play-in. Anoche al menos cumplieron con ese objetivo.

Jayson Tatum se fue hasta los 27 puntos y Jaylen Brown logró 25. Con ellos en esa línea todo será más sencillo para un equipo que se sigue buscando a sí mismo. Marcus Smart, autor de 8 puntos y 8 asistencias, entiende que el hecho de haber ganado dos partidos consecutivos debe llevarles a querer más. «No nos sentimos bien. No nos sentimos como si hubiéramos hecho algo… No somos complacientes. No hemos terminado el trabajo. No estamos satisfechos. Esto es solo un comienzo para nosotros».

En una línea parecida a la del base se muestra Brad Stevens, quien entiende que deben encontrar cierta regularidad para marcar las bases de los que resta de temporada. «Este fue un partido en el que tuvimos que encontrar la manera de ganar. Era necesario, ya que no podemos seguir subiendo y bajando cada día. Tenemos que conseguir algo de impulso desde este punto», sentencia.

Moses Brown marca territorio

De no jugar a ser la sensación del equipo, ese es el camino que ha realizado el novato Moses Brown, quien tras no llegar a ser elegido en el último draft ha pasado ahora a ser uno de los referentes de los Thunder. El pívot realizó anoche un tremendo partido de 21 puntos y 23 rebotes (marca esta última con la que iguala un récord de la franquicia). «Solo quería salir a la cancha y marcar la pauta con mi energía, estando siempre activo alrededor de la canasta. Simplemente se trata de saber cómo encontrar el espacio y cómo encajar y utilizar mi altura y mi fuerza».

Brown no es la única buena noticia para los Thunder, ya que otro rookie como Theo Maledon logró 22 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. Oklahoma trabaja en su futuro tanto en la oficina (34 elecciones del draft en 7 años) como sobre la cancha.

(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)


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