Los Chicago Bulls y el técnico jefe de la franquicia esta temporada, Jim Boylen, han acordado extender su compromiso para que el director de juego continúe dirigiendo al equipo de Illinois la próxima temporada.
Boylen había reemplazado al destituido Fred Hoiberg el pasado mes de diciembre y con su repentina irrupción acordó hacerse cargo de Chicago hasta el final de la temporada 2019-20. Le quedaba por tanto una campaña más de contrato, pero un nuevo acuerdo a varios años vista reescribe el anterior, según pudo saber el periodista Adrian Wojnarowski (ESPN).
La franquicia emitió el anuncio oficial de la renovación este mismo viernes.
Colapso entre los titulares relacionados con movimiento en los banquillos, pues también en la tarde de este viernes Monty Williams se confirmó como nuevo técnico en Phoenix y, también, Tyronn Lue lo tiene encaminado en los Lakers.
Boylen, que es el que nos ocupa, se encuentra, tras su acuerdo para ser el técnico jefe de los Chicago Bulls en los próximos años, entrevistando candidatos para insuflar sangre fresca en los puestos de asistentes del cuerpo técnico.
A futuro
Los Bulls confían por tanto en Jim Boylen como técnico a futuro y le consideran el docente perfecto para guiar los pasos de su joven plantilla hacia la madurez.
Si bien el inicio de Boylen en Chicago no fue idílico de puertas para adentro (tuvo hasta un motín por parte de los jugadores), la franquicia parece que sí confía en él y las relaciones que ha levantado con los jugadores importantes de la organización.
«Jim tiene una visión muy grande de adónde quiere llevar a este equipo y ha estado haciendo un enorme trabajo estableciendo la cultura que queremos para progresar en esta organización», pudo alegar este viernes, después de hacerse oficial la renovación de Boylen a largo plazo, John Paxson, directivo mayor de los Bulls.
La revolución inicial
Boylen y su temporada inicial como técnico jefe en Chicago (antes era asociado de Hoiberg) tuvieron luces y sombras. Los exhaustivos métodos de preparación del técnico le granjearon una revuelta nada más entrar en el vestuario. Los jugadores no estaban de acuerdo ni suscribían sus maneras. Sin embargo, parece que poco a poco terminó ganándose la confianza de la joven camada bóvida hasta el punto de que Zach LaVine se ofreciera a abonar de su propio bolsillo una multa que había caído al técnico.
Es el hombre elegido para dirigir a los jóvenes y emergentes Lauri Markkanen, Wendell Carter Jr., LaVine y compañía. Médotología exigente a la par que complicidad emocional con su cohorte. En Chicago tenían muy clara su apuesta desde el final de la pasada temporada y han apostado por ello. Boylen es la apuesta para el futuro de la franquicia.
(Fotografía de portada: Gregory Shamus/Getty Images)