Las dudas con respecto al estado físico de Chris Paul estaban siendo uno de las grandes dificultades de los Suns en la eliminatoria ante los Lakers. Desde sus problemas en el hombro en el primer partido, el base había tenido muchos problemas para jugar al nivel al que lo venía haciendo en temporada regular, y Monty Williams había ido restringiendo sus minutos hasta el punto de plantearse no contar con él en el cuarto encuentro. No obstante, como el técnico confesó, fue el propio CP3 quien le convenció de que no lo hiciera.
«Me dijo que le dejara empezar y que si me parecía que no estaba a su nivel le sacase y cambiásemos de planes» aseguró. «Es una de esas situaciones en las que tienes que confiar en tu jugador».
El resultado fue fantástico, pues Paul jugó sin duda su mejor partido de la serie y comandó a Phoenix a un triunfo vital. Con 18 puntos, fue de hecho el máximo anotador de los suyos, y repartió además 9 asistencias para quedarse a las puertas de un doble-doble. Más allá de los números, fue en general el choque en el que más se pareció a sí mismo, transmitiendo mucha más seguridad en el bote y confianza en sus lanzamientos y controlando el partido a la perfección en una gran segunda mitad.
Chris se mostró agradecido con su entrenador por su voto de confianza, y reconoció que también pidió a sus compañeros que, si no le veían a su mejor nivel, se lo hicieran saber: «Les dije ‘no sé cuánto tiempo va a pasar, pero si veis que estoy jugando mal decídmelo y saldré’. Me alegra haber podido participar y ayudar al equipo».
Cabe esperar pues que Paul vuelva a estar presente en el quinto partido y que lo haga al buen nivel mostrado en el duelo de anoche. Sin duda, esto ayudaría enormemente a los Suns a llevarse un triunfo que les dejara a las puertas de la segunda ronda.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)