DeMarcus Cousins puede haber sido uno de los jugadores franquicia más polémicos y menos queridos de los últimos —y no tan recientes— tiempos. Fue seleccionado en el puesto 5 del Draft 2010 por los Sacramento Kings. El hermanamiento entre pívot y franquicia duró la nada desdeñable cifra de seis años y medio, con un resultado rotundo: cero playoffs.
Tampoco los alcanzó Cousins en esa media última temporada, ya junto a Anthony Davis en los Pelicans. No obstante, ahora ha querido hablar para reconocer que se equivocó. Que tuvo que haber salido incluso antes de los Kings, cuando se le presentó la oportunidad.
Lo que pudo ser pero jamás fue
«Lo que más siento es no haber salido antes cuando tuve la ocasión —confiesa el center en The Score—. Tuve la oportunidad, pero la rechacé. Quise darnos una oportunidad. Mis agentes me dijeron que no debía quedarme. Pero supongo que fue una mezcla de lealtad y obstinación. Quería que las cosas llegaran a funcionar».
Cousins, es cierto, no ayudó a crear el mejor de los climas entorno a él, pero también es cierto que el contexto jamás ayudó. Fichajes dudosos, apuestas en el Draft cuestionables y entrenadores que no conseguían cuajar. Alicientes todos ellos que conjuntados alejaron año tras año a los Kings de la postemporada. Ni Divac ni Ranadivé —general manager y propietario— dieron nunca con la tecla.
El punto álgido de tensión se alcanzó con la apuesta por una leyenda de los banquillos como George Karl. Su relación con Cousins fue, desde el primer día, un auténtico polvorín; los rumores de traspaso del center se reproducían día a día, pero nunca llegaron a materializarse, siendo finalmente el coach quien abandonó el proyecto al año de llegar.
Karl fue el recambio elegido en febrero de 2015 para sustituir al entrenador interino Tyron Corbin —actualmente de asistente en los Suns—.
«Nunca entré en sintonía con Cuz, y parte de ello fue culpa mi estupidez cuando dije que ningún jugador era intraspasable», reconoció Karl en su momento al Sacramento Bee. «Todavía lo creo. Pero debí haber sido lo suficientemente inteligente como para no decirlo, ya que en ningún momento pensé realmente que DeMarcus iba a ser traspasado».
Vuelta al Golden 1 Center
Finalmente, ambos terminaron abandonando el buque. Cousins, que hoy da forma a una de las duplas interiores más imponentes —como por el momento improductivas— y aterradoras que ha visto la NBA, vuelve este jueves a la que durante tantos años fue su casa.
«Estoy deseando jugar frente a los fans y ver su reacción. Pero en lo que respecta a tomármelo como un partido de venganza o algo así, eso ya lo superé. Estoy en un buen lugar, estoy feliz donde estoy. Tenemos la oportunidad de ganar. Estamos compitiendo por un objetivo. Así que estoy bien».