Las especulaciones alrededor del futuro de Danny Ainge no se hicieron esperar desde el mismo momento en el que se anunció que el ahora ex-presidente de operaciones de baloncesto de los Boston Celtics dimitía de su puesto en favor de Brad Stevens.
Sus lazos familiares con el estado de Utah elevaron a los Jazz como una opción obvia. Sin embargo, el antiguo directivo de los Celtics ha declarado que actualmente no tiene oferta alguna sobre la mesa y que su deseo a partir de ahora es ejercer un cargo de menor responsabilidad al protagonizado durante las últimas dos décadas.
«Quiero trabajar de nuevo», afirmó Ainge para Celtics Wire sobre un posible regreso a las oficinas de alguna franquicia de la NBA. «Pero no quiero tener el estilo de vida que tuve durante los últimos 18 años. En este momento no tengo nada entre manos. Acabo de dar una larga caminata, nadar y llevar a mi esposa al tenis. Hemos pasado mucho tiempo con nuestros padres, los cuales no veíamos desde que comenzó la pandemia. Ahora mismo estamos disfrutando de nuestra familia y no hay nada en el horizonte.»
De momento, Ainge parece inmerso en emplear su tiempo para sí mismo y su familia, mientras se concentra en recuperar aquellos vinculos deteriorados por la pandemia y su exigente trabajo previo en Boston. Así, ha confirmado que no ha dado un portazo definitivo a la NBA pero que su siguiente cargo se alejará, presumiblemente, de la primera línea de fuego.
(Fotografía de portada de Ethan Miller/Getty Images)