Gordon Hayward firmó un contrato por cuatro años y 120 millones de dólares con los Charlotte Hornets durante la temporada baja. Cuando todo apuntaba a que el alero abandonaría Boston sin dejar nada a cambio, Danny Ainge se sacó un as de la manga para recibir, a cambio, una Trade Player Exception por valor de 28,5 millones de dólares.
Si bien esta excepción presenta unas particularidades muy concretas que disminuyen su cuantía tras haberse adquirido mediante un sign-and-trade (aquí lo explico en mayor profundidad), lo cierto es que su valor sigue siendo muy interesante para una franquicia que aspira a luchar por el anillo.
Completado algo más del primer mes de competición, el Presidente de Operaciones de los Celtics ha compartido qué perfiles de jugador estaría estudiando para hacer uso de esta TPE. Así, los problemas físicos y lesiones sufridas por jugadores como Marcus Smart, Kemba Walker o Payton Pritchard han priorizado la incorporación de un jugador exterior. Con la defensa como facultad obligatoria.
«Diría que tal vez un anotador, un jugador con envergadura», afirmó Ainge según recoge el medio CBS Boston. «Hay muchas formas de ganar en esta liga. Podríamos hacerlo mediante el tiro o el pase. Pero siempre necesitas defensa y nuestro equipo se basa en la defensa. Hemos ganado desde la defensa en los últimos años. Sé que no hemos ganado el campeonato, pero necesitamos defensa.»
Entre lesiones y ausencias importante debido al COVID-19 como la de Jayson Tatum, los Celtics han arrancado la temporada de forma dubitativa y sin poder abrazar su ritmo de juego habitual. Aunque se sitúan en la cuarta posición de la Conferencia Este, el balance de 11-9 que poseen no hace justicia a la mentalidad ganadora que tanto Ainge como el técnico Brad Stevens han fomentado en los últimos años.
Así, esta trade player exception puede transformarse en ese pequeño plus competitivo que permita a los Celtics medirse de tú a tú contra equipos como los 76ers, los Bucks o los Nets.
(Fotografía de portada de Tim Bradbury/Getty Images)