Al término de la temporada James Harden salió a rueda de prensa admitiendo que encadenaba dos años duros lidiando con problemas musculares. Esa pantorrilla que dilapidó su postemporada en 2021 y el inicio de la campaña siguiente con los Nets también parece haberle amargado su estancia en Philadelphia. En su visita al podcast de John Clark para la NBC, Daryl Morey revela que nadie en la organización conocía de primera mano las aflicciones de Harden. Pero no duda en exculparle y tirarle un capote. «Sé que ha estado trabajando duro para volver a estar en la mejor forma, y creo que está en un gran estado ahora mismo».
El presidente de operaciones de los Sixers insistía que no le sorprende que Harden juegue con dolores como si nada pasase. «Es uno de los jugadores más resistentes de la historia. Cuando estábamos en Houston, podía sufrir una torcedura de tobillo que dejaría fuera a cualquiera durante dos semanas. Pero él podía disputar un back-to-back al día siguiente». Morey incidía en que la unión de la Barba con Joel Embiid, sumado a los notables complementos de plantilla con los que cuentan, le debería dar a Philadelphia la opción de optar por el anillo.
La alabanza hacia su ojito derecho no acaba aquí, pues el directivo también ha aprovechado para aplaudir la influencia de Harden en la firma de Motrezl Harrell. «No podríamos haberlo hecho [fichar a Harrell] sin que él hubiese renunciado al dinero y hablado constantemente a Trez para recuperar la magia que un día tuvieron». Es cierto que Harden renunció a un buen pellizco cuando renovó con los Sixers hace un par de meses. Pero también lo es que su última versión difícilmente responde al perfil de superestrella y contrato máximo que un día fue. Si sus problemas físicos tenían mucha o poca culpa en su rendimiento reciente se verá en cuanto el balón vuelva a estar en juego en octubre.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)