Hay que remontarse a octubre de 2019. Con la pretemporada a punto de terminar, Daryl Morey mostraba su apoyo a Hong Kong frente a China metiendo a la NBA en un buen lío. La respuesta del gigante asiático no se hizo esperar. Se suspendieron patrocinios, giras, partidos e incluso la emisión de la competición estadounidense, la cual no se retomaría hasta la burbuja de Orlando. Ese fue el recorrido a grandes rasgos, uno que hizo temer al por entonces ejecutivo de los Rockets por su futuro laboral.
«En los últimos 12 meses tuve momentos en los que pensé que no volvería a trabajar nunca en la NBA; eso sí, por razones que estaba dispuesto a asumir. Pero sin duda me encanta trabajar, me encanta lo que hago y no quería que eso ocurriese. Estoy muy cómodo con lo que hice», explica en declaraciones a ESPN.
Sus peores presagios no se cumplieron. El 15 de octubre anunciaba que dejaba la disciplina de Houston Rockets, y solo dos semanas después se hacía oficial su incorporación a Philadelphia 76ers. Allí, en Pensilvania, con un contrato de cinco años y más de 50 millones de dólares, ha abierto un nuevo camino en su carrera con el reto de hacer a los Sixers campeones. Está feliz por su nueva ubicación, pero admite que en su momento lo pasó mal por las amenazas recibidas a raíz del incidente con China.
«De hecho, estaba muy preocupado por eso. Afortunadamente conté con diferentes personas que me ayudaron con eso y me dieron consejos sobre cómo manejar la situación. Con suerte, hemos llegado a contar con cierto nivel de seguridad. Pero estaba extremadamente preocupado. No te gustaría que el segundo gobierno más poderoso del mundo se enfadase contigo, si puedes evitarlo. En ese caso, no podía», concluye.
(Fotografía de Joe Scarnici/Getty Images for Turner Sports)