El puesto número dos del próximo Draft está realmente abierto. Pese a que desde que los Lakers se asegurasen tal elección se diese casi por hecho que seleccionarían a Lonzo Ball, las salidas de tono de su padre, y sobre todo la decepción causada por el entrenamiento de éste, han hecho que se replanteen la estrategia a seguir.
Con esa premisa, esta misma semana, según informa ESPN Los Angeles, han podido observar in situ las habilidades de De’Aaron Fox, un base que esta llamado a estar entre las primeras elecciones y por el que Sacramento ya se habría mostrado dispuesto a renunciar a sus dos rondas.
La intención de Fox con este entrenamiento era la de mostrar a la franquicia californiana la mejora lograda en su mecánica de tiro, algo que preocupaba entre los scouts de la liga. Lo haya conseguido o no, lo cierto es que tiene claro que dejará de trabajar hasta ser una estrella de la NBA.
«Quiero ser un base de élite en la liga. Soy un competidor extremo y un buen chico en el vestuario. Alguien que intentará ganarse el respeto de los veteranos», explicó tras trabajar con los angelinos.
El otro ojo, en Jackson
La otra opción de llama Josh Jackson. Tras verle en acción en Sacramento en un entrenamiento organizado por su agencia de representación, los Lakers desean tener un encuentro con él en el que puedan observarle de manera privada, informa Lakers Nation. Tener un segundo entrenamiento es algo que ya hicieron hace dos años con D’Angelo Russell; sin embargo, en esta ocasión está visto como un paso más hacia la no selección de Ball. Hacerse con el para muchos mejor jugador de dos vías del Draft es una opción muy factible.