Cinco derrotas consecutivas y el sueño de alcanzar los playoffs comienza a resquebrajarse. Un año más. Los Sacramento Kings hincaron la rodilla esta pasada madrugada ante los Heat en un partido en el que no contaron con Harrison Barnes y en el que la pareja exterior formada por De’Aaron Fox y Buddy Hield firmó una actuación muy gris.
El base registró un doble-doble de 11 puntos y 10 asistencias con un porcentaje de acierto del 41,7% en tiros de campo (incluido un 0 de 3 en triples) y cuatro pérdidas de balón. Unos números que no reflejan la renovación por 163 millones de dólares que firmó el pasado mes de noviembre. Y aunque está jugando el mejor baloncesto de su carrera, se le exigirá bastante más a partir de ahora, tanto en regularidad, como en liderazgo y resultados.
«Cuando faltan algún compañero a todos se nos pide que hagamos un poco más», explicó Fox tras la derrota contra los Heat. «En la posición en la que estoy, el cuerpo técnico y los muchachos me piden que dé un paso adelante. Sé que tengo que hacer más y jugar mejor. Es así de simple. Necesitamos jugar como grupo, pero en mi caso, de forma individual, sé que tengo que ser mejor y dar más.»
Fox se ha destapado como un potencial All-Star —a pesar de haber sido pasado por alto en las votaciones para la presente edición— pero los Kings necesitarán que se convierta en una auténtica súper-estrella para ser verdaderamente competitivos.
No obstante, el entrenador de los Kings, Luke Walton, ha compartido su satisfacción con el rendimiento del point-guard de cuarto año, sobre el que han depositado una gran confianza y responsabilidad. «Es un jugador joven que juega en la posición más difícil de la NBA. Y creo que está haciendo un gran trabajo», afirmó el head coach según recoge el medio The Athletic. «Le pedimos que lidere. Otras veces le pedimos que defienda al mejor jugador del otro equipo. Le pedimos que dirija el ataque. Está haciendo un gran trabajo. Todo eso es parte del camino para convertirse en una estrella. Convertirse en un líder significa pasar por la experiencia de cargar con el peso del equipo.»
Si bien gran parte de las aspiraciones en Sacramento dependen del rendimiento de su jugador franquicia, este debe de estar rodeado de las piezas y el sistema necesario para brillar. Y eso ya no entra dentro de la jurisdicción de Fox.
«Obviamente, a nadie le gusta perder», señaló el de Nueva Orleans. «Pero en algún momento de la temporada tenemos que dar la vuelta a la situación. En la NBA hay muchos partidos, pero en el Oeste debes ser capaz de cambiar las cosas rápidamente si quieres jugar los playoffs. Antes de estos últimos cinco partidos estábamos jugando un baloncesto totalmente diferente.»
En efecto, los Kings habían vencido siete de los ocho partidos disputados antes de esta racha negativa de resultados. Y, en consecuencia, el equipo ha caído hasta la 12ª posición dela conferencia con un registro de 12-16.
(Fotografía de portada de Thearon W. Henderson/Getty Images)