¡Salta la sorpresa! Bueno, en realidad no. LaMelo Ball, que lleva apartado de la dinámica de los Charlotte Hornets desde el pasado 26 de enero, no volverá a jugar en lo que resta de temporada. El jugador cierra así su participación en la presente campaña con solo 22 partidos disputados. Se espera que los problemas de su tobillo le permitan realizar pretemporada con total normalidad.
Ball ya se perdió 20 partidos entre noviembre y diciembre por culpa de sus tobillos. A su regreso, solo pasaron siete encuentros hasta una nueva recaída. Sus promedios en sus pocas presencias son de 23,9 puntos (máximo de carrera), 5,1 rebotes y 8 asistencias por encuentro. Después de ser rookie del año en 2021 y refrendar las expectativas en su segundo curso, LaMelo no ha podido mantener esa constancia golpeado por las lesiones. De los 318 encuentros que podría haber disputado en temporada regular durante su carrera (contando los que restan este curso), el base tan solo acumula 184.
Esto concuerda con el proyecto de los propios Hornets, golpeado por las lesiones de Ball y Gordon Hayward en años recientes y el esperpéntico caso de Miles Bridges. Lo cual ha limitado sus posibilidades de crecer y les ha obligado poco menos que a empezar de cero. Este mismo curso Michael Jordan ha efectuado la venta de la franquicia y los nuevos propietarios han dado luz verde a la remodelación del roster con las salidas de Terry Rozier, P.J. Washington y el propio Hayward. Al menos, el rookie Brandon Miller ha cumplido sobradamente con las expectativas. Mark Williams, otro de los nombres del futuro del equipo, no juega desde el 8 de diciembre ni lo volverá a hacer hasta el próximo curso.
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)