Pese a que aún no ha podido debutar con su nuevo equipo, DeMarcus Cousins sufrió el pasado viernes su primera expulsión como jugador de los Golden State Warriors. Ocurrió durante el encuentro ante los New York Knicks en el Madison Square Garden, en una acción en la que el jugador, que se encontraba en el banquillo, tuvo un pequeño roce con uno de los colegiados. Pese a que la decisión del árbitro parece un tanto desproporcionada, Steve Kerr ha reconocido que el pívot se ha disculpado en privado por su comportamiento.
«Hablamos de ello el sábado y me pidió disculpas» comentó el técnico en la previa del choque ante los Nets, en el que Golden State se impuso por 114-120. «Creo que entiende que ahora tiene un rol diferente y que está en un equipo y una situación diferentes. Tiene que avanzar en su carrera, eso ya lo sabe».
«Este tipo de cosas no van a ayudarnos a ganar el campeonato ni van a ayudarle a él a mejorar su reputación» continuó. «Creo que se arrepintió inmediatamente de lo ocurrido, y valoro realmente que haya venido personalmente a decírmelo. Espero que esto no se repita».
La del viernes fue la expulsión número 14 en la carrera de Cousins, conocido por su temperamento y sus problemas en este sentido. Sin embargo, no parece que Kerr esté dispuesto a aceptar que el jugador no haga nada por cambiar esto. De hecho, cuando se le preguntó si había algo que DeMarcus podía aprender de la acción, fue bastante claro: «Sí, que no puede hacerlo otra vez».