Caen con cuentagotas, pero van dos en tres jornadas. Aún es pronto para dar la temporada de Detroit Pistons por perdida, y aunque muy joven, hay más equipo de lo que los resultados del primer mes pretendían amparar. Y no es poca cosa ganarle a los Toronto Raptors que venían de imponer su ley ante Philadelphia.
Cade Cunningham avanza despacio, pero va acumulando minutos y confianza, que es lo principal. Es ya un actor principal en pista para Dwane Casey, promediando por encima de la media hora de juego. Ayer se machó hasta los 33 minutos, su tope por ahora.
Stewart, imperial
El motor de esta plantilla sigue siendo, no obstante y por ahora, su jugador mejor pagado, Jerami Grant, ayer autor de 24 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Le secundaron el center Isaiah Stewart con 20 tantos y 9 de 11 en tiros, 15 de Saddiq Bey, y el primer doble-doble del curso de Killian Hayes, con 13 tantos y 10 pases de canasta. Cade sumó 10 puntos y 4 asistencias, siete de ellos en la recta final del choque con todo aún por disputar.
«(Cade) está hecho para esta clase de momentos. Es ese tipo de jugador», decía sobre el número 1 del draft su compañero Stewart.
Pero el partido , igualado a más no poder, se decidió sobre todo a través de la suerte del triple. Ahí los Pistons fueron mejores, y su 6 de 8 en la última manga abrió la grieta definitiva en el marcador (127-121).
“Tuvimos una buena reunión esta mañana, donde hablamos de todo en cuanto a la química del equipo, la disciplina y ser un equipo disciplinado, estableciendo nuestra cultura”, explicó en rueda de prensa Dwane Casey.
Por su parte, el head coach de los Raptors –que tuvieron en Trent y Siakam sus puntales anotadores–, se quejó de que el nivel defensivo no estuvo a la altura, siendo la principal causa de la derrota, así como reconoció el descosido que les hizo el pívot de los Pistons en la zona.
Con esta victoria los Pistons dejan colistas del Este a los Orlando Magic y se sitúan a un solo triunfo de los finalistas de la pasada campaña, los Atlanta Hawks, con sólo cuatro partidos ganados en su casillero.
(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)