Se sigue haciendo de rogar. Y por aduladores ansiosos de su regreso no será. Todos queremos la vuelta de Ray Allen. Y cuando digo todos quiero decir realmente todos; no sólo los aficionados. Doc Rivers, técnico de L.A. Clippers, se sube al barco de la nostalgia.
Está entrenando, está en plena forma, su muñeca no la perderá hasta que redacten su propio epitafio… y la morriña ha hecho presa de él. Quiere volver. Sólo busca el momento adecuado y el equipo adecuado. Es cierto que aún no lo ha confirmado al 100% y aún no tiene un pie en el tren y el otro lo mantiene férreo en el andén. Por Dios, que suba; que alguien lo empuje dentro.
Declaraciones de un peso pesado como es Doc, seguro que le ayudan a decidir. «No voy a deciros lo que he hablado con él [Allen], pero pienso que si está en forma podría [estar en condiciones de] jugar», ha dicho el coach a Gary Washburn, del Boston Globe, tras la que parece haber sido, sin duda, una interesantísima charla con el escolta y su ex pupilo en los Celtics.
Posibles
LeBron lo quería en sus Cavs. Ya lo quiso el año pasado y le encantaría volver a contar una vez más con el francotirador como ya hiciera en los Heat. Pero no es el único, recordemos.
Los Milwaukee Bucks le han tendido el puente de plata de manera antagónica al refrán, y el propio Allen reconocía hace un mes encontrarse en mejor forma de la que podía esperar. ¡Ah! y a los Warriors tampoco les importaría tener una mirilla láser más desde el perímetro… que al parecer andan escasos.