Pese al parón obligado para la disputa del All-Star Game, los Mavericks han arrancado esta segunda mitad de la temporada regular con el buen pie con el que cerraron la primera. Los de Carlisle se impusieron a San Antonio en el duelo texano por 115-104, sumando su cuarta victoria consecutiva (contando las tres de antes del parón) y aupándose a la octava plaza del Oeste, empatados precisamente con los Spurs.
Los de Dallas estuvieron comandados por el dúo formado por Luka Doncic y Kristaps Porzingis, quienes, especialmente en el último cuarto, tomaron las riendas del choque y brillaron por encima del resto. El esloveno terminó con 22 puntos, 12 asistencias y 12 rebotes, y pese a volver a vivir una noche desacertada en el tiro exterior (2/10 en triples) firmó el que fue su octavo triple-doble del curso y el número 33 de su carrera. Así, el base igualó a Bob Cousy en la lista histórica de triples-dobles, alcanzado la 11ª posición de la misma.
A Porzingis, por su parte, también pareció sentarle bien la semana de descanso, ya que el letón cuajó ante los Spurs uno de sus mejores partidos de la temporada. Con 28 puntos y 14 rebotes, el ala-pívot fue una pesadilla para los de Popovich, a quienes castigó de forma constante gracias a su poderío en la pintura y a su asociación con el propio Doncic. «Ha estado bien en defensa, ha distribuido el balón, ha cortado, se ha movido… Ha hecho prácticamente de todo» reconoció Carlisle.
Al margen de sus dos jóvenes estrellas, los Mavs contaron con otros tres jugadores en dobles dígitos, entre los que el más destacado fue Johs Richardson con 12 tantos, seguido por Maxi Kleber y Willie Cauley-Stein, autores de 11 y 10 puntos respectivamente.
En los Spurs, la jornada estuvo marcada por la noticia relacionada con la salida de LaMarcus Aldridge, quien no volverá a jugar para los de San Antonio dado que la franquicia ha prometido traspasarle. El ala-pívot fue por tanto baja para la visita al American Airlines Center, aunque lo cierto es que esta fue una ausencia mucho menos notable de lo que habría sido algunas temporadas atrás.
DeMar DeRozan se encargó de liderar a los suyos en esta tesitura, y lo hizo anotando 30 puntos con un gran 12/19 en tiro y repartiendo 11 asistencias. El escolta firmó así una fantástica actuación, y reivindicó su nombre poco después de un All-Star Game en el que muchos aficionados le echaron en falta, especialmente tras la ausencia de Devin Booker que supuso la convocatoria de Mike Conley. El ex de los Raptors, no obstante, no contó con demasiado apoyo en la pista, ya que aunque cinco de sus compañeros terminaron en dobles dígitos en anotación, el segundo en este aspecto fue Patty Mills, quien no pudo pasar de los 14 tantos.
Los de Popovich estuvieron en el partido prácticamente hasta el final, pero un parcial de 17-4 favorable a los Mavericks en el último cuarto dilapidó sus opciones e hizo que el triunfo se quedase en Dallas. Del 95-95, el choque pasó a estar 112-99 en un tramo de 6 minutos que dejó todo resuelto y en el que los Spurs no fueron capaces de convertir un solo tiro de campo.
(Fotografía de portada: Tom Pennington/Getty Images)