Russell Westbrook y Kevin Durant formaban en Oklahoma City Thunder una de las mejores parejas de la NBA, seguramente la mejor sumando las dos individualidades. La salida del ’35’ rumbo a los Golden State Warriors deja a Westbrook como buque insignia y única gran estrella de la franquicia de Sam Presti, aunque existen ya rumores no solo sobre su agencia libre en 2017 sino también sobre la posibilidad de un traspaso este mismo verano.
La relación entre ambos era buena. Las habladurías en este caso no iban en la dirección correcta y el base y el alero demostraron en varias ocasiones que compartían visión, objetivos y buenas intenciones. Al menos hasta ahora. Durant es consciente de las consecuencias de la decisión más difícil de su carrera y así lo ha expresado en China en unas declaraciones recogidas por el periodista de la Bahía Diamond Leung.
«Simplemente se lo dije, le hice saber cómo me sentía. Nuestra relación probablemente nunca volverá a ser la misma, pero es algo que quería hacer y así se lo expresé. Espero que lo respetara», ha explicado el protagonista absoluto de la agencia libre. Compartieron estrellato, compartieron la misión de llevar a la ciudad de Oklahoma el mejor baloncesto y de atraer a miles de aficionados, y compartieron muchas, muchas victorias. Aunque no el anillo.
Sin egos en los Warriors
Durant también admitió que está todavía amoldándose a la atención que ha generado su decisión. Pero no está preocupado por las críticas ni por las voces de aquellos que dicen que sufrirán con tantos ‘jugones’ y solo un balón: «No tenemos jugadores egoístas en el equipo, aunque todos esperen que juguemos de forma egoísta». Por desgracia todavía nos quedan unos meses para comprobarlo viendo en acción a un superequipo que no solo preocupa a sus rivales, también al comisionado Adam Silver.