Su ímpetu defensivo, intensidad sobre la pista y la emotiva historia que rodea a su apellido, han convertido a José Alvarado no solo en uno de los jugadores favoritos de la afición de los New Orleans Pelicans sino también en una de las narrativas que más atención ha captado este curso en la NBA.
Con ciertas similitudes con la trayectoria seguida por Alex Caruso, Alvarado ha conseguido ganarse un hueco en la rotación de Willie Green gracias a su entrega y su genuina táctica para birlar balones, después de haber sido pasado por alto en el draft. Así, el de Brooklyn acaba de finalizar su temporada de novato pero ya se ha marcado grandes propósitos en la liga.
La confianza en sí mismo es una de las principales virtudes de Alvarado y así lo ha demostrado al asegurar que logrará el premio al Defensor del Año en algún momento de su carrera. Un galardón que, precisamente, recibió Marcus Smart esta temporada un cuarto de siglo después de que lo conquistara el anterior guard, Gary Payton.
En el camino hacia su objetivo, Alvarado se encontrará con un alto nivel de competencia —entre ellos su compañero Herb Jones— pero lo vital para sí mismo y su equipo es la demostración de confianza y compromiso que desprende. En su primera campaña en la NBA ha promediado 6,1 puntos, 2,8 asistencias y 1,3 robos en 15,4 minutos por partido.
(Fotografía de portada de Chris Graythen/Getty Images)