Cuatro años después de su nacimiento, al G League Ignite dejará de existir en cuanto termine la temporada 23-24. Este equipo, que permite a jugadores jóvenes tener una primera experiencia profesional antes de tener la edad necesaria para dar el salto a la NBA, surgió como vía alternativa a la liga universitaria, pero los cambios en esta han hecho que la NBA considere innecesaria su existencia y haya dado marcha atrás con este proyecto.
«Hace cuatro temporadas, creamos el Ignite para llenar un hueco en el panorama del baloncesto, y estoy orgulloso de la contribución que hicimos» afirmó Shareef Abdur-Rahim, presidente de la G League, en el comunicado en el que se anunció la noticia. «Ahora, con el cambio en el ecosistema del baloncesto universitario, es hora de dar un paso a un lado».
Esta noticia no pilla de nuevas a nadie, pues Adam Silver ya comentó hace un mes que la liga se establa replanteando la necesidad de que este equipo existiera. Las nuevas normas de la NCAA, si bien no terminan de profesionalizar el baloncesto universitario, sí dan algo de margen a los jugadores para empezar a recibir ingresos y recuperar el atractivo de esta vía, que muchos empezaban a poner en cuestión. En los últimos años, nombres que apuntaban a posiciones altas del draft como Jalen Green o Scoot Henderson se habían decantado por el Ignite, obligando a la liga universitaria a reaccionar antes de que fuera demasiado tarde.
Este año, el Ignite cuenta con dos jugadores a los que se espera en el top 10 del draft como Matas Buzelis y Ron Holland, así como con otros dos jóvenes que serán parte de la ceremonia como Izan Almansa y Tyler Smith. Sin duda el proyecto ha tenido su impacto en las carreras de los jugadores en este breve periodo de vida, aunque es cierto que a nivel deportivo su rendimiento nunca ha sido demasiado destacado e invitaba a plantearse como mínimo algunas modificaciones.
(Fotografía de portada: Ethan Miller/Getty Images)