New Orleans puede presumir, hasta que dure, de ser uno de los pocos planteles en la NBA que no conocen la derrota. Balance de 3-0 y junto con los Nuggets, los Raptors, los Bucks y los Pistons de Blake Griffin, conforman el repóquer de escuadras que siguen invictas.
Y buena parte de la culpa de esta realidad en NOLA la tiene el trío Anthony Davis-Nikola Mirotic-Elfrid Payton, que engrasan las victorias de New Orleans. Davis y Mirotic se conocían de haber jugado algunos meses ya en la 2017-18, pero es notable cómo se ha incorporado y lo bien que ha caído dentro de la rotación Elfrid Payton.
Todo fluye. Ayer, en la victoria sobre los Clippers (116-109), el trío amasó 72 de esos 116 puntos. La Ceja, incombustible ya desde el inicio del curso y candidato claro al MVP, firmó en 40 minutos un doble-doble de 34 puntos y 13 rebotes, además de colocar 5 tapones. A lo suyo, como siempre. Mirotic, aunque mal en el triple (0/6) acabó con unos sobrios 18 puntos y 12 rebotes. Y Payton, 20 puntos, 6 asistencias, 6 rebotes, 3 robos y un 63,6 por ciento en tiros de campo. Carburan los Pelicans, donde Julius Randle, 18 créditos anotadores desde el banquillo, también hizo un buen trabajo.
Las pérdidas condenan a los Clippers
Los de California no tienen un balance tan espectacular como el de sus rivales anoche. Su 2-2 vino dado en su primer partido fuera de casa, tras haber arrancado la campaña con tres encuentros consecutivos como locales. Los Clippers, bien sustentados por Danilo Gallinari y Tobias Harris, algunas de las mejores noticias de este arranque de los angelinos, se vieron condenados por las 17 pérdidas de balón, algo que les impidió obtener ventaja de una mejor noche en el tiro. Patrick Beverley, 12 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, rozó su primer triple-doble como profesional, pero insuficiente para unos Clippers que llegaron a irse al descanso por delante (59-62) pero que sucumbieron ante unos Pelicans más conjuntados y en ese estado dulce de forma que permite que las cosas sean más sencillas.