¿Hay espacio para renovar a Klay Thompson?

Kevin Durant firmó por dos año, aunque el segundo era sólo opcional para el jugador. De ejercitar esa opción, percibiría en sendas campañas una suma total de 54,3 millones de dólares. Sin embargo, desde el momento de la firma, todo apuntaba a que el ex de los Thunder no se iba a conformar sólo con eso. Éste se saldría de su actual contrato para, ya sí, firmar una ampliación de otros cuatro años, y así nutrirse hasta el tuétano de las ventajas del nuevo convenio colectivo resultante del contrato televisivo y la inagotable suma de billetes que éste provee.

Tres, casi resueltos

Cuatro temporadas más, además de la presente, a razón de 152 millones de dólares para KD. No está mal, nada mal. Al menos si lo miramos desde la cuenta corriente del jugador. Sin embargo, si giramos la cámara y la orientamos desde la perspectiva de los Golden State Warriors y sus arcas, la cosa cambia un poco.

Y es que tener alimentadas y satisfechas a cuatro estrellas simultáneamente no es cosa fácil. Ser el equipo de moda de la NBA no se premia con más margen salarial que al resto. Stephen Curry —Derechos Bird en acción— es la prioridad junto con Durant, y está blindado. En Oakland también se aseguraron los mejores años de Draymond Green cerrando su renovación antes de la locura contractual. De los cuatro mosqueteros, por lo tanto, sólo queda por atar uno.

Klay Thompson, cuando tuvo lugar el bombazo, el de Durant a los Warriors, no tuvo dudas en dar un paso al frente a la hora de decir que si alguien tenía que perder peso en ataque, estaba dispuesto a ser él. Ahora, una cosa es ceder en términos ofensivos, y otra muy distinta el hacerlo en los económicos.

Los veranos

El patio está así. Curry firmará por el máximo el próximo mes de julio, Durant, ídem de ídem, y Green a conformarse con las migajas —pobre—. Eso les deja comprometidos un total aproximado, dólar arriba dólar abajo, de 89,5 millones para el curso 2018 y 90,5 para el curso 2019. Y en ese horizonte será cuando, les guste o no, le toque el momento a la directiva de GSW de sentarse a la mesa y negociar con Klay.

El máximo salarial se proyecta entre los 108-109 millones de dólares. Sí, hacemos la resta y no nos salen los cálculos. No es suficiente, ni de lejos, para contentar a su más efervescente tirador. Pero el menos mediático de los Splash Brother no se preocupa de eso por ahora. Así se lo ha hecho saber a Sam Amick y Jeff Zillgitt en el Podcast de ‘The A to Z’ del USA Today.

Klay, despreocupado

«Trato de no pensar en lo que aún está lejos, pero me encantaría estar aquí todo el tiempo que pueda. Lo que hemos construido aquí es tan especial, y me encanta vivir en el Area de la Bahía, por lo que sería una gran prioridad… Sólo siento que si juego intensamente y trabajo duro todos los días, voy a ser recompensado. Así que no voy a obsesionarme con los números y con cuánto dinero podría potencialmente ganar, porque todo llegará. Tienes que ser humilde y apreciar lo que tienes. Y si sigo trabajando tan duro, sé que seré recompensado», ha sido la reflexión del shooting guard.

«Creo que me criaron bien, con mi padre (Mychal Thompson, dos veces campeón con los Lakers) diciéndome que no juegue a este deporte por dinero, que juegue por amor a él, y él mismo me lo recompensará. Estoy contento de cómo a los jugadores de la NBA se les paga; lo merecemos por los ingresos que traemos a esta liga, y estoy agradecido de estar aquí. Sé que si sigo haciendo lo que hago, seré recompensado por mucho tiempo», concluyó.

Una simbiosis compleja

Thompson no se mete en camisas de once varas y deja el marrón económico y los balances para los asesores de los Warriors —que para eso les pagan a ellos también—. Sin embargo, Klay no ha dejado de repetir que cobrará lo que merezca, y entiende que si sigue trabajando duro y rindiendo como hasta ahora, sus emolumentos no deberán diferir mucho de los de Steph o Durant.

Yo echo cálculos y no me terminan de salir las cuentas, por mucho amor que sienta Klay por La Bahía de San Francisco; y eso, si en GSW no logran hacer encaje de bolillos, podría abrir las puertas de lleno a las otras 29 franquicias… para que el escolta sea recompensado como él, entiende, merece.


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