Las Finales de 2016 entre Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers lo están teniendo todo. Un 3-3 en el marcador tras remontada casi inédita, victorias de ambos equipos en casa y en la carretera, sanciones, polémicas dentro y fuera del parqué, exhibiciones individuales —y en pareja— históricas, cuartos de puro baloncesto, suplentes reivindicándose o renaciendo, jugadas espectaculares, récords…
Y por tener, tienen hasta estadísticas que apuntan con mucha fuerza en direcciones opuestas. ¿Son las Finales más igualadas o las más desiguales?
Como argumento a favor de la primera opción existen dos datos muy claros: el primero, que por sexta vez en los últimos 30 años tendremos un séptimo partido; el segundo, que el marcador global de la serie antes de ese encuentro decisivo es de 610 a 610. Una curiosidad que trasciende lo meramente curioso y que dejará una conclusión muy obvia, la de que el equipo que gane el anillo lo hará habiendo anotado más puntos que su rival en la suma final.
Del lado contrario hay una estadística no menos espectacular. Nunca en la NBA —y contamos desde 1947, siendo todavía BAA— se han terminado unas Finales sin un partido decidido por menos de 10 puntos. En la actualidad tenemos pleno, seis de seis, que son ya más choques de los que han tenido buena parte de las rondas decisivas.
La igualdad en el ámbito global nos deja un cierre de 2016 de lo más apretado y vibrante, pero desequilibrado en el partido a partido. Cada victoria ha sido con suficiencia, cada franquicia se ha encargado de matar sus partidos sin dar opción al contrario en los últimos minutos. Nos han privado de finales de infarto, ¿lo tendremos en el ya de por sí emocionante Game 7?
En la madrugada del domingo al lunes, a partir de las 02:00 -hora española peninsular-, un choque histórico con muchas cuentas pendientes, muchos récords en la línea y muchas páginas por escribir en el libro de la mejor liga del mundo. El Larry O’Brien, los anillos y el MVP de las Finales buscan dueño y lo tendrán en el Oracle Arena de Oakland, en la última noche NBA de la temporada 2015-16.