El ex entrenador de la franquicia neoyorquina asegura que ha aprendido de cara su próxima aventura en los banquillos
Hablar de los New York Knicks es prácticamente hacerlo de una crisis continua. Sin tener muy claro quién manda ni hacia dónde se dirigen, cada verano apunta a ser un nuevo comienzo para un equipo cuya base de aficionados y relevancia a nivel comercial está muy por encima de sus resultados deportivos. Pues bien, esta temporada han cambiado el rumbo sobre la marcha tanto en el banquillo como en los despachos, donde Leon Rose ha sustituido a Steve Mills como presidente de operaciones de baloncesto.
Dada tal inestabilidad y pasos en falso pasados, a nadie escapa que era previsible que la campaña no fuese demasiado buena; claro que una cosa es eso y otra la debacle de las primeras semanas. Para ser exactos, los Knicks tenían un balance de 4-18 cuando la franquicia decidió despedir a su entrenador, David Fizdale. Quien lo ha sustituido, Mike Miller, ha mejorado ostensiblemente el rendimiento para marcar por ahora un 13-19. Con esos datos, el que era técnico de los neoyorquinos cree que le faltó algo de mano dura durante el principio del curso para cosechar mejores resultados.
«Probablemente necesitaba apretar algo más el látigo y ser más exigente con los chicos jóvenes para llegar a situaciones más ganadores. Quizás no debí ser tan paciente con ellos desde ese punto de vista», señala en declaraciones a SiriusXM NBA Radio.
Lo cierto es que muy jóvenes tampoco eran los Knicks con los que Fizdale comenzó la temporada. Sin poder hacerse con Kevin Durant y Kyrie Irving en la agencia libre, los de La Gran Manzana firmaron a Julius Randle, Bobby Portis, Taj Gibson, Marcus Morris, Wayne Ellington, Elfrid Payton y Reggie Bullock; un grupo de jugadores que ya atesoraba experiencia. Al otro lado de la balanza aparecería el novato R.J. Barrett o Mitchell Robinson. ¿No era bastante para ganar algún partido más?
Por último Fizdale, quien cree que lo vivido en New York le ayudará en posteriores trabajos, fue cuestionado por el cambio de dirección con la contratación de Leon Rose. El técnico señaló que a su parecer «el equipo «está configurado correctamente para ser reconstruido». Toca esperar para ver si este nuevo proyecto da los frutos deseados.
(Fotografía de Dan Istitene/Getty Images)