Es más que conocido que los Milwaukee Bucks son una franquicia que está velando por los intereses sociales de el Estado de Wisconsin. Y es que en muchas ocasiones han sido los encargados de impulsar iniciativas relacionadas con la lucha contra el racismo o la pobreza. Más allá de sabotear la liga por primera vez en su historia, la justicial social ha sido una prioridad para los ciervos.
A principios de la década del 2010, Wisconsin era el estado con mayor diferencia racial en ámbitos laborales y académicos según un estudio de la propia Universidad de Wisconsin. De hecho, jugadores afroamericanos como Sterling Brown o John Henson sufrieron diferentes episodios racistas en la propia ciudad de Milwaukee durante su estancia en los Bucks. Lo que ha justificado el interés de la franquicia por mejorar una ciudad que muchos ex-jugadores han calificado de racista.
El desempeño social del equipo ha sido tal, que una figura de la NBA como George Karl les ha querido atribuir mucho mérito por la victoria demócrata en Wisconsin. Un triunfo, eso sí, sobre la bocina: solo 20.000 votos, según los últimos recuentos, han separado a Joe Biden de la candidatura de Donald Trump. El que fuera entrenador de los Milwaukee Bucks de 1998 a 2003 cree que el hecho de que se plantaran en el quinto partido de la primera ronda de playoffs ante los Orlando Magic ha influido en el resultado electoral. Una revolución que tuvo comienzo a consecuencia del tiroteo policial de Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin.
«Está bien ver que Wisconsin ha dado la vuelta a estas elecciones. Me gusta creer que el esfuerzo de los Bucks este verano en favor de la justicia social ha tenido impacto aquí. Especialmente entre los votantes más jóvenes», apuntó vía Twitter el experimentado entrador. Parece que el hecho de haber jugado en la burbuja si que ha servido para algo, ya que diferentes estrellas preferían no reanudar la temporada como protesta.
(Fotografía de portada de Ashley Landis-Pool/Getty Images)