Aún queda bastante para que Boston Celtics pueda volver a contar con Gordon Hayward. Aunque antes de entrar en la burbuja ya sabían que lo perderían durante algún tiempo por el nacimiento de su cuarto hijo, el esguince que sufrió en su tobillo derecho en el primer partido de la serie ante Philadelphia 76ers ha alargado ese periodo de ausencia hasta lo que podrían llegar a ser unas cuatro semanas.
Si se cumplen los pronósticos, difícil será que llegue para jugar algún partido ante Toronto Raptors por mucho que se alargue la serie. Esa era la perspectiva al principio y es la que se mantiene a día de hoy. Brad Stevens, quien está siguiendo muy de cerca su progresión, señala que podría volver pronto a la burbuja, pero ni mucho menos sería para jugar de manera inmediata.
«Parece que la rehabilitación va bien. Se siente un poco mejor, pero todavía tiene bastante hinchazón en la zona. No creo que aún pueda caminar bien. Una vez que se siente bien y se pueda mover con comodidad, sin duda estará en camino de volver con mayor prontitud. Creo que llegará pronto el momento de reunirse de nuevo con nosotros en la burbuja, pero cuando llegue ese momento aún estará un tiempo fuera antes de jugar», explica el técnico de los Celtics al acabar el último entrenamiento.
No hay premura para que vuelva, pero tampoco calma. El historial de Hayward con los esguinces de tobillo invita a ser precavidos, algo a lo que ayuda el buen paso que lleva el equipo, que se deshizo por 4-0 de Philadelphia 76ers y que ganó con solvencia el primer encuentro ante Toronto Raptors. Sin embargo, cuanto antes lo tengan de vuelta y puedan volver a involucrarlo en la rotación mejor será para ellos, ya que necesitarán de todo su arsenal para seguir luchando en los presentes playoffs.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)