Los Celtics lo bordan y lanzan un aviso a Toronto

La jornada del domingo ha marcado el inicio de las Semifinales de Conferencia. El primer partido de la eliminatoria entre Boston Celtics y Toronto Raptors se presentaba como el plato fuerte del menú dominical y uno de los enfrentamientos más interesantes de esta segunda ronda. Pero si alguien esperaba un duelo igualado y emocionante deberá esperar, al menos, hasta el Game 2.

Los Celtics dieron un golpe sobre la mesa tras superar (112-94) a los canadienses en un partido que dominaron de principio a fin. Una victoria sustentada en el trabajo defensivo y la suma colectiva de todas las piezas, ante unos Raptors negados de cara a canasta. El 36,9% en tiros de campo y un paupérrimo 25% en triples pone de manifiesto que el aro se les hizo más pequeño que nunca. Nunca antes habían fallado tanto los canadienses en playoffs desde la línea exterior, hasta 30 lanzamientos. Así, todo apunta a que es muy posible que este escenario no se vuelve a repetir en los próximos duelos. Pero que sí es necesario sacar conclusiones y corregir errores.

Los Celtics saltaron a la pista mucho más sólidos y con la lección aprendida desde casa. El gran trabajo defensivo de todos los hombres contrarrestó las rápidas transiciones de los Raptors, quienes abusaron sin acierto del triple y tampoco hallaron una solución en el uno contra uno. La circulación de balón de los de Brad Stevens permitía encontrar solventes posiciones de tiro para Kemba Walker y Jaylen Brown (17 puntos), mientras Daniel Theis (13 puntos y 15 rebotes) firmaba una buena actuación en la contención bajo los tableros.

A la dificultad para sumar puntos se añadieron los problemas de faltas. Pascal Siakam sumó tres sanciones en el primer cuarto y Serge Ibaka suplió con éxito a Marc Gasol después de que este sumara otras dos. Fue precisamente en el banquillo donde Nick Nurse halló la anotación que era incapaz de aportar el quinteto inicial. Dos triples de Serge Ibaka y varias acciones de Norman Powell y Terence Davis otorgaron un reducido caudal anotador a su equipo. Aún así, unos Celtics en tromba amenazaron con elevar las diferencias por encima de los 20 puntos y estuvieron muy cerca de firmar un primer cuarto perfecto.

Pese a las numerosas pérdidas de balón sufridas por Boston, los Raptors eran incapaces de hincar el diente ante el excepcional balance defensivo del rival. La salida de la segunda unidad no limitó el ritmo ofensivo y las rotaciones de Stevens se adelantaron en todo momento a los planteamientos de su homónimo, con unos Brad Wanamaker y Robert Williams muy activos. Nick Nurse lo intentó de todas las formas posibles: defensa en zona, quintetos pequeños, triple poste con Marc, Ibaka y Siakam en pista, pero ninguno de ellos se tradujo en réditos para su equipo. Los Celtics se plantaron al descanso con 17 puntos de ventaja y el objetivo de extender la tradición: en las 46 ocasiones que lograron una ventaja de 15 o más tantos al descanso en playoffs certificaron el triunfo.

Tras el descanso el panorama general se mantuvo. Los Celtics seguían desgranando la defensa rival posesión a posesión, mientras Toronto caía presa de su ansiedad y frustración. Una antítesis que quedó reflejada en dos figuras de uno y otro equipo. Mientras Jayson Tatum (21 puntos) neutralizaba cualquier intento de los Raptors de aferrarse al partido, un irreconocible Fred VanVleet naufragaba una y otra vez (11 puntos con un 3 de 16 en tiros de campo) en su propósito de reducir las diferencias. Kyle Lowry (17 puntos y 8 asistencias) y Serge Ibaka (15 y 9 rebotes) intentaban echarse el equipo a las espaldas pero sus inmersiones eran respondidas por Kemba Walker (18 puntos y 10 asistencias) y un Marcus Smart absolutamente diferencial en ambos lados de la cancha (21 puntos y un +27 en pista).

El propio Brad Stevens mostró nuevamente su identidad cortando cualquier tipo de reacción mediante ajustes, cambios, rotaciones y tiempos muertos que sumaron el primer punto a su favor ante el recientemente elegido Entrenador del Año. Unos recursos que ya había explotado en el encuentro que enfrentó a ambos durante los seed games, saldado también con triunfo imponente para el Orgullo Verde. En los últimos minutos ambos entrenadores dieron descanso a sus habituales y todo apunta a que la batalla de pizarras de cara al Game 2 se ha empezado ya a fraguar. La serie promete.

(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)


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