Gordon Hayward, que parece haber vuelto al nivel que dejó en 2017, cuando al poco de estrenarse con los Celtics se destrozó la pierna, sufrió otro infortunio meridianamente grave el pasado sábado, cuando en el duelo contra los Spurs se fracturó la mano izquierda. Sin ser una lesión que le pudiera borrar de la acción toda la temporada, había preocupación por el alcance de la dolencia.
Seis semanas de baja
Este lunes Boston emitió un comunicado para informar que su alero se ha sometido con éxito a una operación en la mano rota y que estará de baja unas seis semanas, lo que hace pensar si se cumplen los pronósticos que Hayward puede estar de regreso para los partidos finales del año 2019.
El paso por quirófano le ha servido a Hayward para reparar la fractura del cuarto metacarpiano de su mano izquierda.
“Estará fuera un tiempo y luego volverá. Esto no pondrá fin a su temporada. Hay un aspecto positivo cuando te pierdes partidos y es que estás más fresco al final. Él está jugando estupendo, pero hay otros chicos listos para dar un paso al frente y cubrir este hueco”, aseguró Brad Stevens sobre lo sucedido con Hayward el sábado. Según sus compañeros, el propio Hayward se encontraba profundamente desanimado tras volver a sufrir una nueva lesión. Por fortuna, nada parecido a aquella aterradora de los días de octubre de 2017. Hayward ha disputado este curso 8 partidos, todos de titular, para 18,9 puntos, 7,1 rebotes, 4,1 asistencias, 43,3 por ciento en tiros de campo y una media de 31,1 minutos de juego. Tiene contrato para la presente temporada por valor de 32,7 millones de dólares y una player option con vistas a la 2020-21 de 34,1 millones de dólares.
Boston jugó su primer partido de la temporada anoche sin Hayward y resolvió bien el envite con un trabajado triunfo ante los Mavericks.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)