Los San Antonio Spurs encaran una temporada bastante inusual después de un cuarto de siglo de dinastía compitiendo casi cada año por las expectativas más altas posibles. Sin embargo, este curso será diferente tras traspasar a Dejounte Murray y confirmar así, de manera definitiva, una reconstrucción que se presentaba inevitable y que quizá se ha postergado de más.
En todo caso, en Texas miran ya hacia el futuro pero sin cambios sustanciales en el banquillo, donde se mantendrá el liderazgo de Gregg Popovich. En su tono irónico habitual, el técnico fue tajante respecto a las aspiraciones del equipo de cara a esta temporada. “Nadie aquí debería ir a Las Vegas con la idea de que ganaremos un campeonato”, afirmó Popovich, de acuerdo con el periodista local Tom Orsborn. “El objetivo es desarrollar este grupo de jóvenes para que tenga largas carreras en la NBA.»
Además, Popovich no desaprovechó la oportunidad para desafiar a los novatos del equipo: Jeremy Sochan, Malaki Branham, Blake Wesley y los dos contratos duales, Dominick Barlow y Jordan Hall. “Habrá algunos muchachos que obtendrán minutos mucho más rápido de lo que esperaban, lo cual también es divertido: arrojarlos al fuego y ver quién sobrevive, ver quién necesita qué, ya sea más confianza o una patada en el trasero…».
El head coach de los Spurs también despejó las dudas respecto al futuro de Jakob Poeltl, a quien adjudicó el puesto de center titular. Por otra parte, afirmó que espera que Keldon Johnson, quien sufre una lesión en el hombro, esté recuperado para participar en la noche de apertura de la temporada.
(Fotografía de portada de Eakin Howard/Getty Images)