Sin duda, uno de los factores diferenciales del cuarto encuentro de las Finales 2017, que los Cavaliers se llevaron por amplia mayoría, fue la actuación discreta de Stephen Curry. El base de Golden State Warriors se quedó en 14 puntos y solo cuatro canastas en juego (de 13 intentos); límites inferiores a la versión arrolladora que se espera de él casi en cada partido.
Y parte de responsabilidad en la noche de resaca que tuvo Curry fue del edificio defensivo de los Cleveland Cavaliers. Más intensos, agresivos, amigos del contacto y hasta haciendo sus escarceos con el trash talking, como ha podido reconocer Tyronn Lue días más tarde. Ésa es la versión defensiva —junto a la consiguiente continuación en ataque— que puede hacer competir a los Cavs frente a Warriors. Fiereza, intensidad y acierto en dosis equivalentes.
Pero en el entorno de los Warriors, el peldaño de intensidad y contacto que los Cavs subieron durante el Game 4 quizá tuvo momentos al límite del reglamento. En los últimos días, Oakland deslizaba que los árbitros podían haber hecho algo más por señalar infracciones a las defensas sobre Curry. Más siendo que —según la versión californiana— a un jugador como Draymond Green sí se le hace un marcaje arbitral bastante severo.
Iman Shumpert, uno de los encargados de levantar el escudo cuando Curry desenvaina, restó importancia a las quejas. «Sé que por momentos puede parecer que el nivel de contacto es excesivo, pero la gente que diga lo que quiera, no podemos sentarnos y dejarle jugar a su antojo. Sabemos que es muy bueno y que si nos relajamos y le dejamos jugar a su antojo, como también pasa con Kevin Durant y Klay Thompson, nos va a tumbar», sentenció el escolta de los Cavs y se hizo eco Juanma Rubio, de NBA AS.
Atacar sus brazos
Una gran labor sobre Curry residió en la persecución de los jugadores de los Cavs a la hora de lanzar. Ya se sabe, el base de los Warriors es decisivo cuando recibe el balón tras haber pasado un par de bloqueos, más libre para lanzar. La gran defensa de Cavs se preocupó de estar muy encima de Curry para que esas situaciones se dieran lo menos posible. Llegando incluso al contacto constante con la estrella de Golden State.
«Nuestra misión es que (Curry) esté incómodo y estamos haciendo un trabajo cada vez mejor a la hora de que tenga menos espacios, de impedir que llegue fácil a sus zonas de tiro. No se trata solo de empujar y agarrar, hay que pegarse a sus brazos para que no arme el tiro. En el momento en el que te relajas, ya ha tirado. Tenemos que estar lo suficientemente cerca para que sepa que le vas a estar tocando todo el tiempo (cuando intente tirar). Si no lo haces, ya puedes despedirte», añadió un Shumpert que realizó, como todo Cleveland, una gran labor defensiva en el cuarto encuentro de la serie, disputado en The Q.
Esa versión más aguerrida de los Cavs es la primera piedra para poder competir por las Finales. ¿Suficiente para ganar también en Oakland? Este lunes se podrá sacar una respuesta definitiva a tal enunciado.
Novedades para el lunes
Si tu rival incrementa la resistencia a tus mejores tiros, lo que has de hacer es tratar de fabricarlos de otra manera; nunca renunciar a una de tus mejores armas. Así, los Warriors tratarán de hacer sudar más a los Cavs para poder volver a lanzar con relativa comodidad. Se preparan novedades para el Game 5 en lo que a ajustes en Warriors se refiere. Curry tiene que volver a tirar sin tres rivales encaramados a su espalda.
«Lo que hicieron en el cuarto partido ya lo han hecho los años anteriores, lo esperábamos y tenemos que preparar ajustes. Tenemos que hacerles trabajar más duro, lejos de la pelota tienen más oportunidades de subir su nivel de dureza», compartió Curry, que no se quejó de la oposición defensiva, sino que insistió en la necesidad de que los Warriors se ajusten a esa adversidad.