Tras perder su segunda final en tres años y no poder repetir la gesta del curso anterior, Kyrie Irving compareció ante los medios de comunicación en la sala de prensa del Oracle Arena. Pese a sus 29,4 puntos, 4 rebotes y 4,4 asistencias de promedio en las Finales, el base de los Cavs no mostraba ninguna alegría, molesto por no poder mantener su gran nivel durante el último cuarto del quinto y definitivo partido.
Al ser preguntado por la diferencia que ha existido entre Warriors y Cavaliers, Irving no vio ninguna objeción en admitir la derrota: «Claramente sientes la decepción de haber perdido, pero nos han ganado justamente y tenemos que darles el crédito que merecen». Asimismo, Kyrie confesó haber vívido el último año y medio más largo de su vida, en el que no ha parado de vivir muchas adversidades, «tanto individuales, como colectivas». El ‘2’ de Cleveland aseguraba que «en general, han sido unas grandes Finales. No voy a buscar ninguna excusa, no soy ese tipo de persona».
Durante varios tramos del quinto encuentro, se vio a Irving arrastrando molestias en la espalda. «Cuando pegué con la rodilla en el suelo se me tensaron las lumbares y cuando empezó el último cuarto se me salían tiros y bandejas que normalmente suelo meter. Eso me hizo perder la determinación», afirmaba Uncle Drew con respecto a su errático final de partido. Sobre si la diferencia vista en algunos de los encuentros, Kyrie Irving se mostró tajante: «El hecho de haber perdido justamente no lo hace más fácil de digerir. Hemos perdido y ninguna derrota es fácil de digerir». El base espera tomarse las próximas dos semanas para descansar, y volver así con la pilas cargadas.
El escriba del ‘Rey’
Irving ha formado junto a LeBron James uno de los dúos más temibles vistos en la NBA reciente. «Es malditamente impresionante. Está muy por encima de la grandeza», decía el jugador nacido en Melbourne. Estos tres años han servido para que Irving se forme como estrella de la liga al lado de James, cuatro veces MVP: «Como estudiante del juego, sería dañino para mí si no intento aprender todo lo posible mientras juegue a su lado. Cada día exigiéndose más a sí mismo y a los compañeros. Es el auténtico testimonio de un consumado profesional».
Si bien James destaca por su dominio de todos los aspectos del juego, Irving también subrayó sus labores fuera de la cancha. «Entiende cómo funciona todo esto, no solo en la pista, sino también también fuera de ella. Todo lo que importa, el cuidado de su cuerpo. Conoce a la perfección la magnitud del objetivo y lo que hace falta para llegar hast él», sentenciaba el base de Cleveland.
Además, Irving aseguró su continuidad al lado de James para los próximos años, con quien espera conquistar nuevos retos: «Es la clase de tipo con el que me gusta estar cada vez que voy a la guerra, y es lo que voy a seguir haciendo. Si continuamos juntos, utilizándonos el uno al otro, el cielo es el límite. No podría estar más orgulloso de él».