Por quinta vez en su carrera, LeBron James compareció ante los medios unos minutos después de perder unas Finales NBA. El alero de los Cavaliers apareció sobrio, resignado al mayor dominio de Golden State durante casi toda la serie, pero orgulloso por su actuación. Entre líneas, eso sí, no fue difícil intuir un cierto desánimo ante una plantilla de Cleveland que no fue acompañamiento suficiente durante estas Finales.
«Por mi parte, personalmente, dejé todo lo que tenía en la cancha en todos y cada uno de los cinco partidos», afirmó LeBron James, quien volvería a enfatizar la primera persona del singular en sus declaraciones. «Así que por mi parte, personalmente, no tengo motivos para bajar la cabeza. No tengo motivos para mirar atrás a lo que podía haber hecho, o a lo que no debería haber hecho, o a lo que podía haber hecho mejor para su equipo.»
Lamentando la temporada regular
James, quien se convirtió en el primer jugador de la historia de las Finales que promedia un triple-doble, elogió a su victorioso rival. «Golden State es un oponente digno, que obviamente ha sido el mejor equipo de nuestra liga en los últimos tres años, el mejor equipo de este año, y que lo ha demostrado a lo largo de la temporada. Nosotros fuimos solo otro rival en su camino». Kevin Durant, MVP de las Finales, fue un factor clave para LeBron James. «Fuimos capaces de ganarles el año pasado, y entonces salieron consiguieron a uno de los mejores jugadores que la liga haya visto nunca, así que hicieron un gran trabajo», explicó.
Sobre la temporada de los Cavs, la sensación para el alero fue agridulce, especialmente tras una irregular temporada regular. «Hubiera sido genial vernos como una unidad completa a lo largo de la temporada entera», afirmó. «Así hubieramos podido seguir construyendo la camadería y construir la química en la cancha, para no tener que esperar a abril para ver de los que somos capaces. Y sí, fuimos capaces de darle la vuelta, pero esos partidos en enero, esos partidos en noviembre, partidos que la gente no cree que sean importantes, son importantes para mi. Y hubieran sido importantes para nuestro equipo».
Cleveland no fue un «superequipo»
Preguntado sobre un verano clave para el futuro de los Cavaliers, LeBron James no quiso mojarse. «No soy el General Manager del equipo», afirmó. «No estoy en la dirección deportiva, pero sé que van a seguir intentando poner a nuestro equipo y a nuestra franquicia en una posición en la que podamos aspirar por el campeonato año sí y año también». A nivel personal, sus planes para los próximos meses incluye «ver algunos partidos de la WNBA» y de su hijo, LeBron James Jr., ya una promesa de pleno derecho a sus 12 años.
LeBron James fue preguntado también por los «superequipos» que formó en Miami y Cleveland, y su relación con los Warriors actuales. El alero sorprendió con su respuesta. «No creo que haya jugado para un superequipo», explicó el tres veces campeón. «No lo creo. No creo que seamos un superequipo aquí». Un recado importante tras un partido en el que el banquillo de los Cavs no pasó de los 7 puntos, y donde un All-Star como Kevin Love no pasó de 6 puntos.
Un último consuelo
Refiriéndose al primer campeonato de Kevin Durant, LeBron James afirmó que «da igual lo que nadie diga desde este momento en tu carrera, nadie podrá quitarte que has sido un campeón. Es algo que siempre van a decir sobre ti. Puede ser la última cosa que puedan decir, pero siempre van a tener que decir que eres un campeón». Con el amargo regusto de la derrota, pero tomando en parte esa frase como consuelo, LeBron James puso carpetazo a su 14ª temporada como profesional, las 7 últimas llegando siempre hasta la última noche de la competición.