Ante los medios, 24 horas después de la tormenta y sobre el mismo parqué en el que cometió uno de los errores más grandes de la historia de las Finales. Así estaba J.R. Smith un día después de, con 107-107 y poco segundos para la conclusión, abandonar la zona tras capturar un rebote ofensivo y en lugar de buscar el aro, quedarse la pelota, como si creyera que los Cavaliers iban por delante.
Todo aquello terminó en prórroga y Cleveland barrido en el tiempo extra por los Warriors, que se apuntaron el 1-0. Al principio, tras los primeros minutos, J.R. aseguró que por supuesto sabía que el marcador estaba empatado. Sin embargo, transcurridas las horas, ese pensamiento no parecía tal.
No está seguro de nada
“Después de pensar mucho en las últimas 24 horas, o por muchas que hayan pasado desde que terminó el partido, no puedo decir que estuviera seguro de nada en ese momento». O sea que no, pero sí. Unas declaraciones que caminan hacia lo obvio, lo que muchos pensaron cuando sucedió el drama y que es la única explicación lógica a todo esto: J.R. pensaba que iban ganando.
J.R. además señaló que debería haber manifestado esto a LeBron James en la misma pista. Y es que ha habido unas imágenes que han dado la vuelta al mundo donde James le pide, desesperado y encendido, explicaciones a su compañero.
Todo terminó con la consabida derrota en ese Game 1, que LeBron ha calificado como una de las más duras de toda su carrera deportiva. Para J.R. Smith, una presión increíble se cierne sobre él desde hace casi dos días. El de los Cavs, de alguna manera, apuntó sentirse afortunado por ser él y no otro quien hizo lo que hizo ya que, a su juicio, no todo el mundo puede lidiar con una situación así. Razón no le falta.