No está siendo el inicio de temporada soñado por los Brooklyn Nets. La preocupación llega hasta el punto de haber dejado en segundo plano todo el ruido que envuelve a Kyrie Irving para centrarse casi por completo en el rendimiento de James Harden. El base no acostumbra a comenzar las temporadas en la mejor de las formas físicas, pero sus cuatro primeros partidos dejan datos preocupantes aún teniendo esto en cuenta. Solo ha anotado menos de los 16,6 puntos que promedia en sus dos primeras campañas en la liga. Además, todos sus porcentajes de tiro supondrían mínimos de carrera.
No han tardado en aparecer las conjeturas con respecto a su bajón. Steve Nash, su técnico, insinuaba que la nueva normativa arbitral a la hora de pitar contactos durante el tiro se estaba cebando con él. Otras opiniones señalan que está encontrando dificultades a la hora de cubrir el hueco que deja Irving mientras sigue siendo el principal gestor de balón del equipo. Pero finalmente es él mismo quien ha despejado dudas. «Por mucho que quiera volver a anotar 30 o 40 puntos, ahora mismo no puedo. No he podido jugar nada este verano, he pasado tres meses recuperándome de la lesión».
Harden sufrió una distensión muscular en la zona superior de su pierna durante el primer partido de la serie que enfrentó a Nets y Bucks. El jugador pudo volver a vestirse de corto en los últimos tres partidos de la misma eliminatoria, pero jugó medio cojo y apenas logró ser una sombra de sí mismo. Él mismo admite que ahora mismo no está en ritmo de alta competición. «Es una lesión de la que recaí tres veces el curso pasado. Este es mi quinto partido real. Aunque quiera forzar mis plazos para volver a estar en forma, tomará su tiempo».
La Barba también ha aprovechado para opinar sobre el dubitativo comienzo del equipo más allá de su figura. «Sí, echamos de menos a Kyrie. Pero estamos consiguiendo buenos tiros, solo falta convertirlos. Confío en que lo conseguiremos». Nash le echaba un capote diciendo que era una oportunidad para probar combinaciones en las que Harden no tuviese que absorber tanto peso ofensivo. «Es una sensación poco familiar para mí. He evitado el quirófano durante toda mi carrera. El proceso por el que he pasado ha sido frustrante y agotador. Agota no poder ser el jugador que soy. Pero estoy volviendo poco a poco» zanjaba el MVP de 2018.
(Fotografía de portada de Sarah Stier/Getty Images)